viernes, 23 de abril de 2021

ALESSANDRO DE MASSIMO: "LEBERÉMONOS DEL GRAN ENGAÑO DEL PUDOR" (ITALIA)

 


Mi reflexión filosófica de hoy.

′′ Liberémonos del gran engaño del pudor ′′

Aquí una frase que condiciona a la humanidad desde hace 2000 años:

′′ Entonces se abrieron los ojos de los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higo y se hicieron cinturones."

(Génesis, Antiguo Testamento)

La desnudez, la esencia estética del ser humano, no es obscena en sí misma. Se convirtió en esto durante los milenios.

El Génesis parece conectar con la desnudez el paso del animal al hombre, creando el sentido del pudor, del cual también surge el sentimiento de la obscenidad.

En realidad, las cosas son muy diferentes en la Biblia y, según los textos sumerios, a los que el Antiguo Testamento está muy conectado, esta historia habla del Dios Enki, quien, empleado y dolido, ve al ser humano actuar como un animal, viviendo desnudo a merced de la intemperie y arrancando la hierba con la boca del suelo como las ovejas, y lo ayuda poco a poco y con amor a civilizarse.

Fue el judeo cristianismo, y no el Antiguo Testamento, el que fue con la ′′ mano pesada ′′ introduciendo el concepto del pudor a nivel universal.

Famosísimo luego es el episodio del Papa Clemente XIII que aproximadamente en 1760 ordenó evitar todas las estatuas de desnudos y que cubrieran con pintura las partes íntimas en los frescos de la Capilla Sixtina, porque eran una ofensa a Dios.

Los antiguos griegos tenían un sentido del pudor muy diferente.

En los gimnasios, por ejemplo, se entrenaba desnudos.

De hecho, el nombre del lugar donde se practicaban los ejercicios atléticos era el Gimnasio, que en griego antiguo significa precisamente desnudo.

En estos lugares no estaban las estatuas de Ares, Dios de la fuerza bruta y de la guerra, o de Heracles, semi-Dios de la fuerza física.

Estaban las estatuas de Eros, Dios del Amor, hecho que por cierto es citado por los filósofos del famoso Simposio de Platón, que hablan en la mesa propio del Amor.

Pero este pudor que es entonces?

La etimología de la palabra ′′ pudor ′′ puede socorrernos y sugerirnos el gran engaño: del latín pudor-oris, 'sentir vergüenza'.

Pero vergüenza de qué exactamente?

De nuestro cuerpo? De nuestro ser humano? De nuestras posibles imperfecciones naturales?

Ser juzgado? Y de quién luego?

No se sabe bien de qué nos avergonzamos. La excusa más trivial y usada es tal vez la imperfección, que es precisamente lo que nos hace únicos, humanos y reales.

La perfección es un término que históricamente tiene su relación con lo divino.

Aunque la imperfección es en realidad la manifestación implícita de la perfección.

Ya que al hacernos únicos, uno diferente al otro, manifiesta la inconcebible majestuosidad de las leyes matemáticas que gobiernan el universo, que operan misteriosamente a la singularidad misma de cada ser humano.

El uno que se convierte en todo.

Si es cierto lo afirmado, que todos somos parte de una única y gran energía, entonces no tenemos nada de que avergonzarnos, porque somos la manifestación del Uno y, por ende, parte misma del concepto divino.

Dejemos pues el pudor a la custodia de la ignorancia y disfrutemos de nuestro cuerpo con plena libertad. Con la bendición del Dios Eros.

Foto de la publicación: auto toma de fotógrafa profesional rusa Anastasia Chernyavsky con su hija

https://www.facebook.com/alessandro.massimo.961

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