Tras años de reivindicación, una de las primeras calas en España declaradas como naturistas tras el franquismo recupera terreno frente a los textiles y se promociona como destino internacional
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El nudismo en la playa es algo tan añejo como el ser humano y las playas. En España, sin embargo, aunque se practicaba con cierta laxitud por las autoridades incluso en el franquismo, no estuvo legalizado como tal hasta el año 1989. La Constitución ya lo amparaba en el artículo 18.1, aunque ante el purismo, hubo que especificar. Con todo, mucho antes de la reforma del Código Penal, en lo que respecta al nudismo, la playa de Cantarriján, en Granada, ya era un símbolo. En 1982, ya constaba en el Gobierno Civil de Granada como «playa nudista de Cantarriján». Casi nada.
De ese legado histórico bebieron las nuevas generaciones hasta nuestros días. Aunque con altibajos. Lo explica Pedro Pérez, miembro y vocal de la directiva de la Asociación de Amigos de la Playa Nudista de Cantarriján: hace algo más cinco años, en los veranos de 2016 y 2017, los 'textiles', como se denomina a quienes llevan bañador en estas lides, llegaron a ser mayoría. «Apenas resaltaba alguno que no llevara nada», lamenta Pérez. Desde entonces, el trabajo de la asociación y la paulatina ayuda institucional han dado la vuelta a la situación.
Esta playa ubicada en Almuñécar, concretamente en el paraje natural de Maro-Cerro Gordo, es hoy por hoy un destino internacional para el nudismo. El camino ha sido duro, eso sí. Hasta que tanto hosteleros como el Ayuntamiento no vieron el potencial turístico y la necesaria alianza, todo fue resistencia.
El debate, que en muchos casos se complejiza desde la política y la distancia, se hace natural, valga la redundancia, en cuanto lo explican los colectivos. «Cada cual es libre de llevar bañador o no, eso está claro. Pero Cantarriján está reconocida como playa nudista. Lo que queremos es que se haga una publicidad real. Que no se obvie. Eso ocurrió durante muchos años. Venían hasta famosos a hablar de la playa sin nombrar la tradición naturista« cuenta el presidente del colectivo.
La vuelta a la tortilla ha sido tal que los 'famosos' que ahora publicitan la playa son, precisamente, nudistas. En enero de 2022, la pareja de 'influencers' belgas Nick y Lins De Corte, autores de uno de los blogs de referencia en el mundillo 'Naked Wanderings' y con millones de seguidores de todo el mundo en sus redes sociales, hizo una visita para promocionar el lugar. Casi una «visita de Estado», relata Pérez, «faltó la alfombra roja». Incluso se reunieron con el concejal de Turismo de Almuñécar.
El cambio de postura institucional, es más, beneficia a todos. Después de aquello, cuentan desde la asociación, este verano la playa está plagada de turistas internacionales. «Hay muchos franceses, belgas...se ha notado muchísimo». Todo viento en popa. Lejos de las imágenes de hace un lustro, en este mes de julio cuesta ver un bañador. «En las dos zonas de la playa casi todo el mundo lo practica. Eso es lo que queremos desde el principio, que el nudismo vuelva a ser lo que fue en Cantarriján«.
Bodas nudistas y arrecifes
Imagen de la boda múltiple en Cantarriján A.A.P.N.C
Las actividades por parte de la asociación son continuas. Por haber, ha habido hasta bodas nudistas. El pasado mayo ocho parejas contraían matrimonio en la cala en un evento con pocos precedentes en España. A priori, ninguno. También en esto ha sido pionera Cantarriján.
El calendario de actividades es, de hecho, uno de los grandes atractivos de la playa. Una de las más recurrentes es el 'arrecife', que consiste básicamente en «quedar muy temprano y ponerse desnudos en primera línea para reivindicar». Cada verano se pone en marcha un autobús lanzadera hacia el paraje natural. Más de 30.000 personas de media lo cogen cada año. El truco reside ahí, entre la accesibilidad y la oferta.
Los hosteleros, reacios hace ya años a la práctica, tienen habilitadas, de hecho, zonas especificas para quienes desechan el textil. Hasta tal punto se ha naturalizado que ha caído por su propio peso el impulso económico que supone para la zona.
Contra los prejuicios que se pudieran tener, los socios del colectivo de Cantarriján son mayoritariamente familias. Como insisten una y otra vez a través de sus redes sociales, no hay nada sexual en ello. «Invitamos a la gente a que cuelgue el bañador. A vivir la experiencia. Hacemos jornadas de visibilización, yoga...« cuenta Pérez, que anima, por supuesto, a asomarse por la cala granadina este verano. Sin bañador, claro.
https://sevilla.abc.es/andalucia/granada/cantarrijan-playa-nudista-granada-resiste-dejar-serlo-20220720020413-nts.html
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