Hemos estado pensando estos últimos días... ¿Sabes esa incomodidad que sentimos cuando vamos a la playa, al club, a la finca o a la piscina de la casa de alguien?
Esos comunes a los que todo el mundo va, los no naturistas, o cuando nos encontramos en una situación que requiere menos ropa, como un examen médico en la escuela, cambiarse de ropa delante de los amigos, ese tipo de cosas. Esa vergüenza de que se nos note en nuestros secretos invernales, guardados por siete piezas de ropa. Tú también lo has sentido, ¿no?
Basta con llegar a la casa de la playa, la casa de campo, el club o escuchar la petición de quitarse los zapatos para el examen médico y enseguida piensas: se fijarán en mi barriga o en esa uña del pie, no tan bonita, cuando me quite los zapatos. Por no hablar de que verán la cicatriz que tengo de mi operación de apéndice. Y el color de mi oficina, que he cultivado con ahínco durante los últimos 9 meses, qué pena...
¿Quién no se preocupa de que su bikini o su bata de sol queden bien, aunque sólo estén 2 milímetros fuera de su sitio? Reconozcámoslo, 2 milímetros no son nada, ¿verdad?
Pero después de 5 minutos, como mucho, ni siquiera lo recordamos. La conversación sobre la discoteca de anoche, o el coche que se ha estropeado en el viaje, o incluso sobre ese jefe molesto se apodera de nuestra atención. En poco tiempo nos damos cuenta de que todos los demás también tienen una uña no tan bonita o una cicatriz casi en el mismo lugar. Que esa barriguita también forma parte de la mirada de muchos y que el color de la cera no es sólo un privilegio tuyo.
Recordemos que estas situaciones impactan tanto en los primeros momentos, porque estamos acostumbrados a vivir y ser vistos con, de media, el 80% de nuestro cuerpo cubierto por más o menos 7 milímetros de ropa. Cuando nos ponemos un bikini, sólo tenemos una media del 8% de nuestro cuerpo cubierto. Los hombres con pantalones cortos cubren el 10% y los trajes de baño sólo el 5%. Otro detalle importante es que la tela del bikini no tenga más de 2 milímetros de grosor. Ya ves, ¡2 milímetros! ¡Los 2 milímetros, esos insignificantes 2 milímetros, son ahora todo lo que nos separa de la desnudez total!
Cuando nuestro traje de baño está mojado y totalmente pegado a nuestro cuerpo tiene prácticamente el efecto de una capa de pintura, ¡nada más que eso!
Piénsalo y quizá te des cuenta de que estar desnudo no es tan raro... Y aunque al principio te parezca raro y te preocupe tu barriga o esa uña no tan bonita, después de 5 minutos, como máximo, ya no recordarás esos detalles.
Vía Mente Clara - Cuerpo Libre, editorial N. Equipo LOS NATURISTAS. Licencia de atribución de Creative Commons
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