24 febrero, 2023 por Redacción La tinta
En Tanti, a 70 km de la capital cordobesa, se encuentra una reserva muy especial que invita a vivenciar la naturaleza despojadxs y con todos los sentidos. La clave es el respeto por el cuerpo propio, el de lxs demás y la maravillosa flora y fauna que aquí podes encontrar. Toboganes naturales sobre el río, senderos para recorrer y un clima de cuidado colectivo hacen de esta reserva nudonaturista un espacio único.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
Desde hace muchos años, cuando hago el camino que separa la localidad de Tanti de Los Gigantes, veo un cartel que señala: “Campo nudista, reserva naturista”. Es verano aún, qué mejor que las vacaciones, el tiempo sin reloj, para aventurarse a nuevas experiencias. Qué maravillosa la sensación de nadar sin ropa, de no sentir tanto calor con estas temperaturas extremas. Quién no sueña con un lugar recóndito para soltar el cuerpo sin ser mirado, juzgado por otrxs, un espacio seguro, de respeto y calidez.
En el Valle de Punilla, existe Yatan Rumi -en quechua, piedra desnuda-, que cumplió 20 años el pasado 15 de febrero. Se trata de una reserva nudonaturista enclavada en este lugar ideal para estar en contacto con la naturaleza y alejadxs del ruido urbano.
“Nació como el sueño de un grupo de amigos que disfrutábamos del estilo de vida nudonaturista. Decidimos crear un espacio para poder hacer nuestras reuniones. A medida que fue pasando el tiempo, fue evolucionando y se transformó en uno de los principales espacios nudo-naturistas de Argentina”, cuenta Miguel, quien coordina la reserva junto con Nora. La misma cuenta con 1.200 hectáreas de un entorno natural único, habitaciones privadas al estilo casa de campo y la posibilidad de acampar. El ambiente es ideal para practicar el nudismo con tranquilidad y respeto, alejadxs de miradas indiscretas o juzgadoras. “En Yatan Rumi, se encuentran un lugar aislado, pleno de naturaleza salvaje. Rodeados de un ambiente social de respeto, pluralidad y de libertad”, afirma Miguel, quien recuerda que descubrió el nudismo en una playa en Brasil y, desde allí, buscó lugares para practicarlo. Nora dice que empezó a practicar de manera casera en 2005 y, después, esta se convirtió en una práctica más social y colectiva.
En Argentina, el movimiento tiene sus orígenes en los años 30 y, recién en los 2000, las playas nudistas consiguieron aprobación oficial. Son contados con los dedos de una mano los espacios de estas características y están agrupados en la Asociación para el Nudismo Naturista Argentino, APANNA. Desde la asociación, explican que el nudonaturismo es una forma de vida que busca estar en armonía con la naturaleza. La misma se caracteriza por la práctica del desnudo en común, favoreciendo el respeto a unx mismx, a lxs demás y al medio ambiente.
No se trata solo de desnudarse la cosa, sino, más bien, lo entienden como una filosofía de vida. Mantienen actitudes respetuosas hacia la naturaleza como una complejidad, aceptando a todos y cada uno tal como son. Soltando las modas, estereotipos, discriminaciones físicas, religiosas, de género, culturales o políticas.
Yatan Rumi es visitada todos los años, durante los meses de verano, por cientos de personas. Algunas ya tienen experiencia en este estilo de vida y llegan buscando el espacio para sentirse en comodidad para practicarlo. Otras van por curiosidad y con el deseo de experimentar el nudismo de una manera segura. Cualquiera sea el motivo, este es un lugar con reglas propias muy importantes de respetar. En general, son comunes para todos los espacios naturistas y rigen a nivel internacional con matices de acuerdo a cada reserva o playa.
“Los acuerdos para participar de un espacio como Yatan Rumi tienen que ver con las reglas del nudismo que están fijadas por la Federación Naturista Internacional. Se fundamentan en una sola palabra: respeto. Respeto por uno mismo, respeto por los demás y respeto por la naturaleza”, explican Nora y Miguel.
Todas las pautas de convivencia de la reserva son informadas previamente. Al llegar, existen 20 minutos de adaptación, después, el nudismo es obligatorio. Se insiste en la importancia del respeto, el cuidado propio y mutuo, ser respetadosx de los espacios personales y lo que cada persona está dispuesta a contar o no de su vida privada. Se pide no sacar fotografías sin consentimiento, escuchar música en volumen bajo, cuidar la flora, la fauna y la higiene de las instalaciones, no dejar basura ni colillas de cigarrillos. En relación a la sexualidad, considerando la misma como un acto privado, por lo que no se permiten prácticas sexuales en público.
Existe el mito que relaciona al nudismo con la actividad sexual, pero esto está bien alejado de la realidad. El nudo-naturismo apuesta a un ambiente cálido, familiar, seguro, donde no hay un objetivo sexual.
“Contrariamente al preconcepto que existe en la sociedad, el nudismo no tiene nada que ver ni con la sensualidad ni con la sexualidad. El nudismo es aceptar nuestro cuerpo tal cual es, amigarnos con él, perder nuestros complejos y aceptarnos. Al mismo tiempo, aceptar a los demás tal cual son y respetarnos mutuamente”, comparte Miguel en comunicación con La tinta y agrega que, en un lugar nudista, no hay más ni menos sexualidad que en cualquier otro lugar, ya que el sexo está presente en todos los momentos de la vida aunque no estemos al desnudo. “Si bien el nudismo engloba sensualidad, erotismo y sexualidad, la práctica de este no lo implica. Este estilo de vida, en lo social, es solo una práctica para el disfrute de un momento diferente, ya sea solo, en familia o con amigos”, agrega Nora.
El disfrute del cuerpo es un derecho, disfrutar del sol, el aire, la tierra, el movimiento y el encuentro son un derecho. Hacerlo en libertad y con cuidados es todo lo que está bien. Yatan Rumi es el lugar apropiado. Aquí, hay variadas actividades, entre ellas, la maratón nudista que se realiza todos los primeros domingos de diciembre desde 2005 y funciona de apertura de la temporada que se extiende hasta semana santa.
La maratón cuenta con dos categorías: una de 6 km para corredores que están habituadxs al cross country y quieren vivir la experiencia de correr desnudxs, y otra de 3 km para nudistas que habitualmente no corren, pero quieren vivir la aventura. Para la misma, solo se pueden usar zapatillas, sombreros y lentes para el sol. El nudismo es obligatorio para todas las personas que asistan, ya sea a correr o hacer la hinchada.
Quien llega a Yatan Rumi encuentra el paraíso perdido y la libertad sin señalamientos. Bañarse en bolas con naturalidad y sin tener todas las miradas encima. Encuentra una forma del disfrute que va de la mano de la aceptación del cuerpo como esté siendo hoy.
Todxs invitadxs, sin vergüenza y con respeto.
*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: Yatan rumi.
https://latinta.com.ar/2023/02/yatan-rumi-nudonaturismo/
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