domingo, 22 de agosto de 2021

"EL BAÑADOR EQUIVALE AL VELO ISLÁMICO": EL NATURISMO, UNA FORMA DE ENTENDER LA VIDA (ESPAÑA)

Alejandro Cuevas Vidal. La ausencia de traje baño es una de las claves de la corriente naturista. Una ideología que empodera el cuerpo humano y que crece en España. También lo hace el número de establecimientos pensados para sus adeptos.

La cala de Illa Roja se abre al mar Mediterráneo entre acantilados de bermellona piedra. Los pinos que crecen en las escapadas laderas y el rumor de las olas son los acompañantes de este paradisíaco arenal. Un apartado rincón de la costa gironesa conocido por sus aguas cristalinas, pero también por quienes lo frecuentan. Sus visitantes acostumbran a acudir completamente desnudos. Illa Roja es una de las playas de tradición nudista del litoral catalán.

Durante años el bañador fue un complemento casi desconocido en la cala. Sin embargo, el paso del tiempo ha traído un mayor número de bañistas "textiles". La pandemia ha provocado que cada vez más personas aparezcan en esta alejada playa para evitar las aglomeraciones de enclaves tradicionalmente más concurridos.

La apertura de un chiringuito en Illa Roja ha potenciado la llegada de asistentes tapados. Un establecimiento que ha roto con la tranquilidad de este paraje natural. Y es que no solo atrae más público, sino que también impide a los naturistas acceder a sus instalaciones. Para ello, tienen que vestirse. El local dice que tomó esta decisión por higiene. El Club Català de Naturisme denuncia "discriminación". Días después, en las rocas de Illa Roja apareció una pinta en la que se leía "Platja Nudista". El Ayuntamiento de Begur ha multado con 1.420 euros a su autora.

Al otro lado de la costa mediterránea, la crispación también va en aumento. El motivo es el mismo. La playa de Costa Natura, situada en la malagueña Estepona, es una de las playas nudistas más conocidas de Andalucía. A su vera se levanta la urbanización naturista más antigua de España. Desde hace poco tiempo comparte espacio con un chiringuito. Sus hamacas han comido terreno a las toallas. Pero, al igual que en Begur, el negocio playero no permite a los naturistas alquilar tumbonas si se presentan sin ropa. Los usuarios habituales del arenal sienten que se les expulsa del lugar.

La masificación compromete los oasis del naturismo. En ocasiones, la llegada de bañistas "textiles" viene acompañada de miradas y juicios a aquellos que optan por no portar bañador. Sin embargo, la legislación española ampara la posibilidad de acudir a la playa sin ropa. Independientemente que el arenal sea considerado nudista o no por el imaginario popular. "Antes estaba prohibido. Era un delito de escándalo público y estaba tipificado en el Código Penal. Incluso, existía una policía de moralidad que patrullaba las costas. A finales de los ochenta el Parlamento español eliminó dicha prohibición", señala Ismael Rodrigo, presidente de la Federación Española de Naturismo, a Sputnik Mundo.

* "Es más, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en una sentencia fue preguntado sobre una persona que andaba desnuda por Gran Bretaña. Dijo que la desnudez está protegida por el artículo 10 de la Convección Europea de Derechos Humanos. La de la libertad de expresión", continúa.

No obstante, la previa prohibición caló en el imaginario colectivo. Según Rodrigo, quedan policías que llaman la atención a personas desnudas en las playas. "Hay que formar a los agentes en este sentido. Porque no se comete ninguna ilegalidad", detalla. Incluso, incidió en los propios naturistas. Los tiempos de ilegalidad ocasionaron la aparición de arenales nudistas en el litoral español. Algunos señalados por las propias autoridades, sin ningún tipo de soporte legal. Rincones a los que se desplazaban aquellas personas que querían nadar o tomar el sol sin bañador. Época de la que se heredan las 422 playas que marca un estudio de Outforia. En concreto, España es el tercer país del mundo con más arenales naturistas, solo superado por Francia y Estados Unidos.

* Naturistas nadando en una piscina de París (Francia) © Geoffroy Van Der Hasselt

"Yo no estoy a favor de los guetos. Hay algunos naturistas que dicen que hay que seguir yendo a los mismos sitios para que no se pierdan. Incluso que se señalen. Yo creo que las playas son para todos y no debería haber ninguna indicación de que un arenal es de una forma u otra. Todos podemos disfrutar del baño en cualquier sitio. En ningún momento, nadie pensó en hacer playas para hacer topless", puntualiza Rodrigo. No obstante, en caso de poner una señal, el presidente de la asociación cree que los municipios deberían advertir que dicha playa es de tradición naturista y por lo tanto se recomienda la desnudez.

Además, aboga por la creación de una legislación con la que se respete el derecho a practicar el nudismo en el litoral. Especialmente, en referencia a los negocios que impiden la entrada a personas sin ropa, como son los casos de Illa Roja o Costa Natura. "Si hablamos de una playa considerada nudista, creo que el establecimiento se debería adaptarse. No creo que nadie se asuste por ver a una persona desnuda, porque si no su clientela no iría al sitio en el que se encuentran", explica.

Más allá de la desnudez

A pesar del paso de los años, los ojos todavía se desvían ante la presencia de personas que disfrutan de sol y mar sin bañador. "No hay nada más inmoral que declarar el cuerpo humano inmoral", destaca Rodrigo. En su caso, se unió a la corriente naturista en 1998. Desde entonces se viste solo si lo estima necesario. "Me uní en el momento que me planteé por qué en un vestuario no es necesario llevar ropa y en una piscina sí. Fue una decisión pensada y reflexionada", afirma.

El naturismo no es solo una práctica. Sus miembros lo conciben como una ideología. "Defiende que el cuerpo humano no debe ser criminalizado u ocultado obligatoriamente. Es un proceso de dignificación de nuestro propio ser. Debe quedar al margen de la objetivación propuesta por la publicidad o la pornografía, donde se exhibe un único tipo de cuerpo", explica Rodrigo.

* Nudista sumergiéndose en el agua en Hanoi (Vietnam) © AFP 2021 / Hoang Dinh Nam

A partir de esta reflexión, el movimiento entiende que la ropa únicamente debe ser utilizada cuando se medite necesaria. "La ropa es un invento extraordinario y clave en la supervivencia. Ser naturista no es ser imbécil, sino usar el textil cuando realmente tiene una razón de ser", argumenta. En ese sentido, Rodrigo camina desnudo por su vivienda en verano para combatir el calor. Pero, en invierno se abriga con distintas prendas con la misión de paliar las bajas temperaturas. En la calle, la porta como defensa contra los rayos del sol.

Entre los momentos que no se entiende como fundamental el uso de ropa es en el agua. "Dificulta la natación y es antihigiénico, ya que mucha gente se baña con una prenda que lleva por la calle. Además, conserva la humedad tras salir de piscina o mar", enumera el naturista. No obstante, desde el punto de vista psicológico, se considera mucho más perjudicial. "El bañador indica que existen partes que hay que tapar. Que son indignas", apunta.

* "La vestimenta obligatoria ha hecho mucho daño. Solo hay que ver lo que ha pasado en Afganistán con el burka. El velo islámico sirve para censurar y el bañador también lo hace. Simbolizan la represión". Ismael Rodrigo. Presidente de la Federación Española de Naturismo

A su vez, la filosofía naturista entiende que el traje de baño fomenta la sexualización del cuerpo humano y por ende de la desnudez. "La sexualidad humana no está unida solo a una persona sin ropa. Es mucho más rica. Sin embargo, se le mete más carga a esto", señala. Un estudio de la Universitat de les Illes Balears señala que el 70% de adolescentes y jóvenes consumen pornografía. El acceso poco natural al desnudo desencadena en la objetivación de la fisionomía humana. Sobre todo, de las partes tapadas.

* "Si los menores solo ven cuerpos desnudos a través de los vídeos porno, la desnudez queda unida al sexo. Al desnudo se debería llegar a través del baño con los padres, con otros niños… De una forma más orgánica. Sino se mantendrá la tónica de grupos de señores de 50 años que se pasan una mujer en bolas entre risas", lamenta.

Así, el nudismo despierta sorpresa en el siglo XXI. La piel es percibida como objeto de deseo y provocación. Anatomía que solo debe ser mostrada si se cumplen los cánones de belleza de la televisión o la pornografía. Los mismos actores que fomentan la comercialización y sexualización del desnudo. "El naturismo quiere romper con los estándares a los que se somete al cuerpo. No nos pueden engañar diciendo que hay cuerpos mejores que otros. Hay que respetar todos los físicos. No es justo que haya personas que no vayan a la playa por no sentirse a gusto consigo mismas", asevera Rodrigo.

Rincones naturistas

La filosofía naturista es abrazada por miles de ciudadanos en España. Según un estudio de Hosteltur, más de 30.000 personas la practican de forma habitual y más de 500.000 de forma esporádica. Las calas alejadas del maremágnum turístico suelen ser destino de este tipo de visitantes. Lugares en los que apreciar la naturaleza y la tranquilidad. Y es que la sostenibilidad forma parte de su ideario como grupo. Se respeta al cuerpo y al entorno.

En su búsqueda de ecosistemas vírgenes aparecen establecimientos que fraternizan con la ideología naturista. En España, la oferta hacia un público creciente se traduce en cámpines, hoteles y urbanizaciones. "El naturismo es una tendencia. La clientela es mucho más joven que antes. Se trata de un perfil que empatiza con el medio ambiente, vegetariano y que gusta de actividades como el yoga", asegura Johanna, dueña de Finca Johanna, a Sputnik Mundo.

Johanna es naturista desde hace años. "Yo nací así, sin ropa puesta", ríe. Los viajes realizados con su pareja, Laurent, inspiraron el proyecto turístico. Una casa de huéspedes adscrita al naturismo. Un par de habitaciones para disfrutar de la tranquilidad de los campos de la localidad malagueña de Iznate. "Llevamos desde hace cuatro años en esta ubicación, aunque antes estábamos en otra finca. Tenemos un huerto y preparamos la comida con lo que sembramos. Además, organizamos actividades para los visitantes. La idea es que la persona desconecte de su día a día y pueda descansar", comparte Johanna.

No solo establecimientos de menor tamaño se suman al naturismo. En España existen grandes complejos en los que la ideología impera. Resorts como Costa Natura operan desde hace más de 30 años en el país. También el hotel Vera Playa Club, pionero en esta clase de turismo. Ambos se sitúan en el litoral andaluz. Pero, el mar no es requisito imprescindible.

En las montañas de Valencia se alzan los apartamentos de Sierra Natura. Un pequeño poblado de piedra ubicado en el municipio de Enguera. "Llevamos 23 años en funcionamiento. Hay parejas que vienen desde hace tiempo con sus hijos. Es más, estos ya son mayores y han creado lazos con otros niños", asegura Eva, trabajadora e hija de los dueños de Sierra Natura. El descanso es clave para aquellos que acuden al abrigo de la montaña. "Es un espacio con poco ruido y de contacto con la naturaleza. Para entablar conversación y conectar con uno mismo y los demás", añade.

Preguntada por el nudismo, Eva señala que uno puede ir sin ropa por el complejo, aunque no es la idea que vertebra Sierra Natura. "La desnudez forma parte del naturismo, pero va más allá. Es una forma de vida",

https://mundo.sputniknews.com/20210819/el-banador-equivale-al-velo-islamico-el-naturismo-una-forma-de-entender-la-vida-1115215660.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario