Madre e hijo...
Es tanta presión por tantas generaciones que a veces tengo miedo de ser rechazada por los que amo.
No debe ser fácil para mis hijos en plena juventud enfrentarse a una madre naturista, asumida y reconocida e incluso con todos los problemas, una madre feliz.
Pero sería mucho más difícil para ellos tener una madre hipócrita, mentirosa, oprimida e infeliz.
Hoy soy un extraterrestre en la sociedad.
Mañana será un buen ejemplo a seguir.
Sigo el camino del bien. Reaprendo cada día a romper paradigmas del oprimido. Propongo el respeto mutuo incondicional y natural. El amor la vida. Y la igualdad de valor entre ellas.
¡Viva el naturismo!
Viva el respeto con el sin ropa.
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