NAKED WANDERINGS: LA MICROCULTURA NATURISTA (BÉLGICA)

15 de junio de 2022. Hay momentos en los que uno se siente realmente como si encajara. Como si todos estuvieran en la misma onda. Como si hubieras encontrado a tus compañeros, a tu tribu. Esto puede ocurrir cuando tienes una reunión con tus antiguos amigos del colegio o con tus mejores amigos. Después de una tarde llena de charlas y risas te preguntas por qué has tardado más de dos meses en organizarlo. Por qué tu agenda está llena de cosas que no te apetece hacer, que hace casi imposible encontrar el tiempo para tener una noche así.

Por cierto, esto no sólo ocurre con la gente que conoces. A veces puedes acabar en un lugar con nada más que completos desconocidos y aun así sentir que perteneces a ese lugar. Un lugar donde todos parecen compartir los mismos valores. Como un centro turístico naturista.

Qué son las microculturas

El otro día escuchábamos un podcast de Gary Vee en el que describía las microculturas como "periodos cortos de espacio y tiempo en los que se consigue crear un fuerte vínculo con la gente que te rodea". Los ejemplos que puso fueron los festivales y los cruceros. Si añadimos a esa lista los centros turísticos naturistas, el denominador común se hace aún más evidente.

Todos son lugares aislados, donde se pasa un tiempo limitado, donde se comparte un interés común con los demás y donde las reglas de la sociedad no parecen aplicarse. Esto no significa que todos apliquen el mismo conjunto de reglas diferentes. Al contrario que en los dos primeros ejemplos, en un complejo naturista no es habitual estar borracho a las 11 de la mañana. Por otro lado, tampoco es habitual en un crucero o en un festival estar desnudo todo el día. En cambio, la etiqueta se basa totalmente en los valores compartidos por la comunidad.

¿Por qué nos sentimos tan felices dentro de una microcultura?

Es un concepto interesante en el que pensar. Aunque el ser humano existe desde hace unos 300.000 años, sólo en los últimos cientos de años hemos podido conocer a personas que no viven a poca distancia de nuestra casa. William Shakespeare no tenía ni idea de lo que estaba hablando cuando escribió las palabras "el mundo es tu ostra". Hoy, más que nunca, tenemos la posibilidad de conocer a cualquier persona posible en el mundo. Podemos ver cómo viven, cómo piensan y qué sienten. Hay mucho que podríamos aprender de ellos. Pero, ¿dónde parece estar nuestro lugar feliz? Justo ahí, con los que piensan y hacen exactamente lo mismo que nosotros.

No te preocupes, no puedes evitarlo. Es genético. El ser humano nunca ha sido una especie solitaria. Desde el principio, nuestro cerebro se ha ido afinando para funcionar perfectamente en la cultura tribal. Estamos hablando de muchos miles de años de evolución. Pero la evolución es lenta, así que pasarán muchos años más antes de que nuestros cerebros se adapten a este nuevo mundo globalizado. Básicamente, estamos atrapados con un cerebro tribal en una cultura global.

Mientras que hace sólo unos siglos, la tribu en la que nacíamos era la tribu con la que estábamos atados para el resto de nuestras vidas, hoy somos mucho menos dependientes de una ubicación. Y eso es lo que lo hace interesante, porque también nos permite unirnos a múltiples tribus. Hoy se puede ser neoyorquino y naturista y bailarín oriental del vientre.

Siempre se puede ser naturista

El inconveniente de todo esto es que también estamos pegados a mucha gente que no forma parte de nuestra tribu. ¿Te has preguntado alguna vez por qué puedes ver imágenes de personas en alguna aldea remota de África que tienen que caminar 5 kilómetros (de ida) para conseguir agua de dudosa calidad de un pozo y siguen siendo felices y sonrientes? ¿Mientras tú estás sentado en tu oficina preguntándote si el reloj va en realidad hacia atrás? Eso es porque la gente del pueblo está en su tribu, y tú no.

Cada vez más, hemos empezado a utilizar nuestra microcultura como forma de evasión. Como nuestra cabaña en el bosque, el lugar donde recuperamos la cordura. Como dijo Gary Vee, ese "breve período en el espacio y el tiempo". Pero no tiene por qué ser así. Algunas personas parecen ver el naturismo como si tuviera un interruptor de encendido y apagado. Te conviertes en naturista una vez que atraviesas las puertas del centro turístico, y cuando sales de nuevo, vuelves a ser el ciudadano medio de camino a la oficina con el reloj atrasado. Mientras que tú podrías ser un naturista en cada momento de tu vida.

Verás, algo típico de los naturistas es que pasan parte de su tiempo sin ropa. Pero eso no significa que no seas un naturista cuando estás vestido. Porque sigues creyendo en los valores, sigues teniendo la mentalidad naturista, y tu tribu sigue ahí fuera. Aunque no se aprecie que aparezcas desnudo en la oficina, puedes practicar el naturismo de diferentes formas. Recoger la basura de la calle es naturismo. Tratar a las personas que te rodean con respeto es naturismo. Sonreírte a ti mismo en el espejo es naturismo. Incluso puedes lanzar un "¡Hola, guapo!", eso no es realmente naturismo, pero todos lo hacemos, ¿no? ¿No es así?

La importancia de salir con tu tribu

¿Significa eso que puedes dejar de ir a los centros turísticos, a los clubes y a las playas, y seguir practicando tu propia forma de naturismo? Si eso te hace feliz, no vemos por qué no. Pero para la mayoría de la gente, no funcionará así. Estamos atascados con ese cerebro tribal, ¿recuerdas? Seguirá diciéndonos que busquemos a los miembros de nuestra tribu y nos dará pequeños golpes de dopamina cuando los encontremos. Nos hará sentir inspirados, conectados, felices.

Por suerte, gracias a la comunicación moderna, ahora podemos conectar con nuestra tribu más fácilmente que nunca. Y aunque seguimos valorando los encuentros en la vida real por encima de todo, sabemos que esto también puede deberse a que nuestro cerebro aún no se ha adaptado a la existencia de Internet. Al fin y al cabo, no importa realmente dónde te reúnas con tu tribu. Ya sea en una playa, en un complejo turístico o en un grupo de Facebook. Lo importante es que aproveches esos momentos para reponer fuerzas y disfrutar plenamente de tu tiempo en el mundo exterior.

https://www.nakedwanderings.com/the-naturist-microculture/