¡SUS ABUELOS ESTABAN DESNUDOS! (BRASIL)

Desprovistas de prejuicios, las revistas nudistas de los años 50 promovieron el naturismo en Brasil.

En los años 50, médicos, periodistas y generales intentaron traer los campos nudistas europeos a nuestras playas y también a las páginas de las revistas.

Una década antes de la revolución sexual, sufrieron el prejuicio de la defensa de una relación más libre con el cuerpo. Andar desnudo en casa desde los ocho años, en el lejano año de 1945, no molestaba a los padres del futuro periodista y biólogo de Río de Janeiro, Paulo Pereira da Silva.

El patriarca, por cierto, era un estricto coronel del ejército brasileño, pero nunca prestó atención a la obsesión del único hijo de la pareja. Sólo su abuela le reprochaba: "Chico, ponte unos pantalones cortos o cogerás frío". Pero al chico rubio no le importó. Incluso frente a las visitas, pasó con su pene a la vista, de la manera más natural. "Como si fuera un indio", recuerda.

A los 14 años, en 1951, podía considerarse un privilegiado: su tío Jorge Luiz, al notar su manía y con la llegada de la adolescencia, comenzó a suministrarle en secreto ejemplares de la combatida revista Saúde e nudismo. La intención era dar al niño lo que podría llamarse un "estimulante". Una cosa rara en esa época.

La masturbación no sólo era un pecado muy grave, según la Iglesia. Los psiquiatras lo clasificaron como un dañino "vicio de la imaginación" y se escribieron libros condenando esta práctica.

Las que querían aliviar la tensión sexual en la soledad del dormitorio o del cuarto de baño, o bien memorizaban el escote y los muslos de alguna musa en el cine, o bien recurrían a los tímidos anuncios de ropa interior de las marcas Valisère y Vivian en las revistas que compraba su madre: A Cicada, el Periódico de las Jóvenes o, sobre todo, el Anuario de las Damas

Pero no era sólo el erotismo de las chicas desnudas de la Salud y el nudismo lo que le atraía. El chico había oído hablar de Dora Vivacqua, Luz del Fuego, una joven de clase alta del estado de Espírito Santo que se convirtió en bailarina y escandalizó al país al crear, el 7 de septiembre de 1949, el Partido Naturalista Brasileño (PNB), que defendía la creación de espacios públicos donde las familias pudieran pasear desnudas en busca de la armonía con la naturaleza. Pereira comenzó a leer los artículos de la revista, especialmente los de Daniel de Brito Filho, con quien se haría buen amigo.

Y su vida, a partir de entonces, estaría marcada por una interminable lucha por establecer zonas nudistas en Brasil. Y así llegaría en 2009, a la edad de 72 años.

Licencia de atribución de Creative Commons. Por Gonçalo Júnior, editor N. Equipo LOS NATURISTAS

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