El tiempo pasó como un río, no lo vi pasar!
Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo viviendo aquí del que ya he vivido.
Ahora no tengo tiempo para reuniones interminables, en las que se discutan estados, reglas, procedimientos y normas internas, sabiendo que no se combinará nada...
No tengo tiempo para soportar gente absurda que, a pesar de su edad, no ha crecido.
No tengo tiempo para negociar con la mediocridad.
No quiero estar en reuniones donde la gente y su ego se desfila.
La gente no discute contenido, apenas títulos.
Mi tiempo es demasiado débil para discutir títulos.
Quiero vivir junto a gente humana, muy humana.
Que saben sonreír de sus errores.
Que no se glorifican victorias.
Que defienden la dignidad humana y que solo desean estar del lado de la verdad y la honestidad.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena vivir.
Quiero rodearme de gente que sepa llegar al corazón de la gente.
Las personas a las que los golpes duros de la vida han aprendido a crecer con caricias delgadas en el alma.
Sí... No puedo esperar... a vivir con intensidad, que solo la madurez me puede dar.
Exijo no desperdiciar un dulce de lo que me queda...
Estoy seguro que serán más deliciosos que los que he comido hasta ahora - nadie escapa de ellos, rico, pobre, inteligente, pobre, necesitado... ′′
~ André-Gide ~
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