Ser vulnerable no significa convertirse en víctima o en impotencia.
Significa que nos abrimos a la verdad de quiénes somos y, por lo general, al hacerlo, descubrimos nuestras fortalezas y debilidades.
Uno de los aspectos espirituales más positivos de la desnudez, el de la apertura.
La apertura no es simplemente estar sin ropa.
Es un estado mental en el que se eliminan las barreras para permitir que uno mismo sea visto y también permite que uno mismo vea sin filtros, sin nociones preconcebidas.
La apertura es admitir y darse cuenta de que no hay nada que ocultar.
Para protegernos, para evitar ser tan vulnerables.
Empezamos escondiéndonos de nosotros mismos. Ocultamos esos rostros de nosotros mismos que no queremos que nadie más vea;
También nos escondemos detrás de mentiras, grandes mentiras y pequeñas mentiras.
Nos escondemos detrás de nuestros roles en la vida.
También nos escondemos detrás de la negación, las adicciones y las distracciones.
Lo último que queremos hacer es estar presentes con nosotros mismos.
La desnudez nos obliga a afrontar la realidad de al menos nuestros cuerpos.
Empezamos a aceptar el hecho de nuestros cuerpos, el hecho de nuestra desnudez vulnerable.
Viviana Zizfrcog (Vian Aziz)
https://twitter.com/VIANAZIZFRCOGUK
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