Margaux Cassan, filósofa, publicó en abril de 2023 el libro titulado Vivre nu que se benefició de una amplia cobertura mediática. Naturisme la conoció y publica su entrevista en su N°81. Extractos de un alegato abiertamente pro-naturista.
Por Jean-Luc Bouland 2 de junio de 2023
“Somos lo que comúnmente llamas “naturistas”, estos dos millones y medio de franceses que adoptan, local y puntualmente, un estilo de vida que nos acerca a la “naturaleza”, que debemos definir aquí”. Este “nosotros” es importante para Margaux Cassan, autora de estas líneas en Vivre nu, editado por Grasset. Ella (casi) aprendió a caminar en un centro naturista, llegando a los dos años de vacaciones a Bélézy con su tío y su tía, asegura con una sonrisa que "mi madre es parte de la comunidad", sin usar esa última palabra a la ligera.
A sus 26 años, esta joven filósofa, autora de un libro sobre Paul Ricoeur, asume su religión protestante, reconociendo que ofrece una visión del cuerpo diferente a la religión católica, sabiendo desligar mejor la desnudez de la sexualidad. "En el escenario sexual, todas las partes del cuerpo están sexualizadas, pero afuera es solo una simple desnudez". El tema es importante para ella, tanto como la noción de comunidad, para comprender su enfoque y su sesgo de escritura.
Vivir desnudo, más que un aspecto
Elegir Vivre nu como título de un libro para defender el naturismo no es una postura, ni una elección de comunicación, aunque funcione. Ciertamente, dirán los puristas, este título ya se ha utilizado para defender la misma causa durante varias décadas, pero a quién le importa. Sirve como puerta de entrada a una novela que transmite un mensaje comprensivo, incluso cuando se combina con un sesgo subjetivo comprensible.
“Cuando era niño, y caminaba en el supermercado, veía adultos haciendo sus compras con su atuendo natural, veía niños grandes, libres, irracionales, asumiendo la absurda ineptitud de sus cuerpos en un radio de productos preparados. No es de extrañar que la mayoría de ellos sean artistas. Viven su fantasía aceptando ser caricaturas”.
En el libro, Margaux no es Margaux, sino Frieda, que viene desde los dos años a pasar sus vacaciones con sus tíos en los bastidons de Bélézy, al pie del Mont Ventoux, en Vaucluse. Pero cualquiera que sea el primer nombre. Cuando está frente a nosotros, como en los medios de comunicación que no dejan de interrogarla sobre el tema, Frieda es en efecto Margaux. Regresaba allí a menudo, experimentaba su pubertad allí, hacía amigos allí y no se perdía las reuniones de verano después de los veinte años. Ilustrando su punto, por ejemplo, citando el trabajo reciente de Sophie Fontanel, El capital de la dulzura (…)
Encuentre el artículo completo en la revista Naturisme N°81.
https://www.naturisme-magazine.com/alannonce/vivre-nu-un-livre-pour-defendre-le-naturismemmmm
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