Éste verano, actuemos con sensatez y prudencia.
El virus no se ha ido y prueba de ello son las noticias de rebrotes en varios países que ya lo daban por eliminado.
No se trata de vivir con el miedo subido a nuestras espaldas o dejar de retomar ésta extraña nueva normalidad en la que ahora vivimos, pero tampoco debemos relajarnos con las medidas de precaución individuales.
Respetad las normas de distanciamiento, el contacto, los aforos y no dejéis de usar la mascarilla y los geles hidroalcohólicos para desinfectar las manos.
Sólo así evitaremos volver a confinarnos.
¡Que las únicas nuevas olas que nos lleguen, sean la de nuestro Mar Mediterráneo rompiendo en la orilla de Cantarriján
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