jueves, 30 de abril de 2020

ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LA PLAYA NUDISTA DE CANTARRIJÁN (ESPAÑA)



En los 44 días que llevamos recluidos en nuestras casas viendo la vida desde los balcones, la naturaleza ha vuelto a recuperar los espacios que los humanos les habíamos arrebatado.
Y por eso, hoy es posible ver delfines o medusas en unos cristalinos canales venecianos, ballenas bordeando las costas de nuestro litoral, cabras montés recorriendo las calles de los pueblos de Andalucía o bandadas de flamencos en la malagueña playa de La Misericordia.
Ahora que nuestra vida y nuestros espacios se han visto limitados por un ser microscópico que nos está haciendo enfermar y morir, deberíamos entender que los humanos tenemos que dejar de ser un virus para la naturaleza. Respetar a los demás seres vivos que conviven con nosotros y proteger su hábitat.

La propia naturaleza nos manda un mensaje para hacer que bajemos los humos y no nos creamos por encima de todas las demás criaturas que pueblan el planeta.
¿Seremos capaces de verlo y de reaccionar?

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