El fin de semana largo nos permitió disfrutar de un día extra de paseo, tres fabulosos días para amanecer y anochecer en nuestra querida playa.
Y con todo este tiempo a favor, me tomé un momento para observar a los asistentes: padres e hijos, parejas, amigos. Todos compartiendo con la especial naturalidad de la desnudez. Lo que me llevó a entender que el cuerpo es tan sólo la cápsula que contiene lo que realmente nos hace únicos, que la piel no nos define, sino que es el vehículo que nos lleva a unirnos en esta experiencia de vida.
Contrario a la idea que tienen algunos amigos, que no han experimentado el nudismo, para mí no hay lugar en el que me sienta más segura, protegida y yo misma, que en la playa de mi familia de Nudistas Venezolanos.
Desde mi primer paseo, la seguridad en mi misma aumentó notablemente, mi relación con la desnudez mejoró y me despojé de muchos tabúes. Como le digo siempre a aquellos curiosos “mucho más erotismo y sexualidad vas a encontrar en una playa común, que en una nudista”.
Si quieres ir a un ambiente seguro para tus hijos, vente con nosotros. Desnudez no es sinónimo de sexualidad, al contrario, es mostrarnos en nuestro modo más vulnerable y al mismo tiempo el más fuerte.
Vivimos bombardeados con ser perfectos, tener cuerpos esculturales. Pero, al llegar a esta playa, todo eso queda atrás, es la reconciliación máxima con la verdadera naturaleza del cuerpo humano. Con esas “perfectas imperfecciones“ que hablan de lo que hemos vivido, de que nuestra familia y amigos nos aman, más allá de nuestro cuerpo, por quienes somos en nuestro interior.
Creo que es precisamente eso lo que hace tan especial y único a este grupo, lo auténticos y sinceros que somos entre nosotros. Ya sin ropa ¿qué se va a intentar aparentar? Lo que queda es disfrutar de ser nosotros mismos en nuestra máxima expresión… y de paso, recargar pilas en unas playas cuidadas, hermosas y seguras, ¡el paraíso terrenal!
Cabe destacar de este paseo que, con todo y la suave lluvia, el clima fue sumamente agradable, el agua muy sabrosa (aunque el termostato de Alejandro insistiera en que estaba fría). Resultando en un fin de semana de pleno relax, que incluyó un buen juego de Bingo dirigido por La China “Lucena”. ¡Quién ganó a pesar de que se solicitara el reconteo de votos! Je je je.
Aunque las chispeantes lloviznas parecían divertirse con nosotros, al intentar apagar las fogatas y dispersar el primer intento de Bingo, no afectaron en lo absoluto el buen ánimo del grupo y la camaradería.
Como siempre, la receta perfecta para recargar pilas y renovar energías para el día a día. ¡Ah! Y para los que se regresan por la vía de la Guaira, la heladería de Todasana es parada obligada. ¡Qué sabrosos el Helado de Auyama y la Torta de Vainilla!
¡Los Adoro Familia!
Nos vemos desnudos en un próximo paseo.
Cariños, Juvili.
https://nudistasvenezolanos.org/venezolana-playa-nudista/
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