Los términos desnudos y pelados son comunes para quienes viven el naturismo, y también son palabras que habitan el imaginario y el vocabulario del brasileño.
¿Podríamos pensar un poco más profundamente sobre estas dos palabras, evitando los lugares comunes de que son blancos, en esta sociedad tan afectada a juicios precipitados en relación a la práctica del nudismo o el naturismo?
Bueno, veamos lo que nos informa el famoso "Diccionario Aurelio". La palabra NU (desnudo) tiene origen en el latín NUDUS, que significaba en aquella lengua "muerta", sin vestiduras, ropa, así como despojado y destituido de algo. La palabra pelada, por su significado correcto, se origina del pelar, que en un primer sentido remite a quitar el pene, incluyendo los cabellos, y, en una segunda variante, quitar la piel o la cáscara de algo, pelar.
Por estos dos significados existen grandes diferencias entre el NU (desnudo) y el PELADO. El desnudo, por esta óptica, sería la extirpación o retirada de algo que necesariamente no formaría parte de nuestra naturaleza, algo del exterior, de fuera de nuestro cuerpo, que también podría ponernos en la condición de recuperar nuestras formas originales, nuestra primera y, original manera de estar en el mundo.
El desnudo sería el ser humano integral, sin fachadas, protegido sólo por su cuerpo. El PELADO, al contrario, nos coloca otra posición de interpretación del término, a partir de su etimología (origen y significado de la palabra). Extirpando los peles o incluso la propia piel (nos pelando), estamos privando nuestro cuerpo de algo que pertenecía a él, de nuestra constitución física, de un detalle que nos acompaña desde nuestra aparición en el mundo.
Sólo que del pelo (corte del pene) a la piel (quitar la piel, pelarse) existe un gran camino a recorrer. De todos modos, claro está que desde el NU (desnudo) al PELADO estamos en una trayectoria que comienza en el exterior del cuerpo (la desnudez) a su interior, de un adrazo llamado de ropa a nuestra carcasa natural (la piel). Todo esto nos hace reflexionar sobre la dimensión cultural que implica la observación de los cuerpos en el mundo.
Para los que no son verdaderamente naturistas sigue siendo un tabú la desnudez total, pues no consiguen pensar en este cuerpo desnudo sin relacionarlo al placer, al pornográfico y al sexual, todos juntos, de forma confusa, en sus visiones estrechas de la desnudez, eliminando las diferencias físicas y las individualidades, aliados al falso moralismo de muchos "puristas".
El cuerpo, por lo tanto, a pesar de los brillantes esfuerzos de los nudistas / naturistas en modificar las posiciones conservadoras en relación a la desnudez total y natural, sigue siendo vigilado y castigado, como nos mostró el filósofo Michel Foucault, uno de los defensores de la libertad de pensamiento y de la acción del individuo.
Para nosotros, naturistas, hay que continuar con nuestra bandera principal, es decir, concientizar que, desnudos o desnudos, el pecado, para el naturismo, es un concepto que urge ser reevaluado, de lo contrario, estaremos todos perdidos en el infierno de la ignorancia.
Nota: En el caso de que se produzca un cambio en la calidad de la información,
por Jorge Bandera, editora N. Equipo LOS NATURISTAS
http://osnaturistas.com/es/noticias/consideracoes-sobre-o-estar-nu-ou-pelado/
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