jueves, 31 de julio de 2025

ONL: POR QUÉ EL NUDISMO NECESITA UNA NUEVA FORMA DE ACEPTACIÓN CORPORAL (CANADÁ)

La promesa de la aceptación corporal en el naturismo

Cuando descubrimos el naturismo, uno de los primeros mensajes que nos encontrábamos era este: "Todos los cuerpos son hermosos".

Nos pareció revolucionario. Tras décadas de anuncios de dietas, influencers manipulados y vergüenza corporal susurrada, esta simple afirmación nos ofreció una especie de permiso emocional que no sabíamos que necesitábamos.

Lo aceptamos. Tenía sentido. El naturismo, después de todo, se trata de aceptar el cuerpo humano en todas sus formas, sin vergüenza, juicio ni sexualización. Es el acto radical de decir: "Esta soy yo, y no me voy a esconder más".

Pero cuanto más pasábamos en espacios naturistas, tanto online como en persona, más empezábamos a notar algo. No todos se sintieron inspirados por esa frase. Algunos asintieron cortésmente, pero no se la creyeron del todo. Algunos incluso nos dijeron directamente: "No me siento hermosa. No veo mi cuerpo así".

Y fue entonces cuando empezamos a replantearnos el mensaje.

Quizás no sea que la idea sea errónea. Quizás simplemente… no es suficiente.

Cuando "Todos los cuerpos son hermosos" empieza a desmoronarse

Para muchas personas, especialmente para aquellas que llevan años de vergüenza internalizada, enfermedades crónicas, estigma por el peso, discapacidad, trauma o simplemente los efectos del envejecimiento en una cultura obsesionada con la juventud, que les digan "tu cuerpo es hermoso" no les da poder.

Se siente como presión.

Como si nos pidieran sonreír y celebrar algo por lo que aún estamos de luto.

Como si se supusiera que debemos demostrar una confianza que aún no hemos ganado.

Hay una expectativa escondida en esa frase. Dice: "No solo deberías desnudarte, sino que deberías amar cómo te ves mientras lo haces".

Pero ¿y si alguien no lo hace? ¿Y si se acerca al naturismo no porque se sienta bien consigo mismo, sino porque está cansado de esconderse y solo busca paz?

Esa es una motivación muy diferente. Y merece el mismo espacio.

Por qué algunas personas no lo sienten y cómo podemos ayudarlas a integrarse

No todas las personas que se acercan al naturismo llegan con la confianza para aceptar su cuerpo, y mucho menos amarlo. Algunas llegan cargando con décadas de que les digan que su cuerpo es "demasiado" o "insuficiente". Otras simplemente buscan alivio.

Puede que se estén recuperando de años de burlas, por parte de familiares, compañeros o incluso profesionales médicos. Puede que hayan sido excluidas de espacios románticos o sociales debido a su tipo de cuerpo. Puede que vivan con disforia de género, cicatrices visibles o condiciones que las hacen sentir como excluidas... incluso entre otras personas nudistas.

Decirles "¡Eres hermosa!" puede parecer despectivo, incluso con buenas intenciones. Para ellas, que les digan "Todos los cuerpos son hermosos" puede sentirse como si les regalaran un sombrero de fiesta en una celebración a la que no fueron invitadas.

Porque la cuestión es esta: no es nuestro trabajo convencerlas de cómo sentirse. Nuestro trabajo es crear un entorno donde no tengan que sentir nada específico sobre su cuerpo. Donde simplemente puedan ser.

Entonces, ¿qué hacemos cuando entran a un espacio nudista?

Dejamos de hablarles y empezamos a estar con ellos.

No necesitamos abrumarlos con afirmaciones ni sobrecompensarlos con ánimos.

Dejamos de asumir que la desnudez se trata de confianza.

Dejamos que la gente se ponga nerviosa. Que se sienten al borde del círculo, observando. Que guarden silencio. Que se sienten. Que lloren, si lo necesitan. Que se cubran un poco o que usen un chal. Y no los presionemos para que "participen" hasta que se sientan listos.

Están haciendo algo increíblemente valiente con solo presentarse. Solo necesitamos hacerles espacio.

Sobre todo… no demos por sentado que están aquí para sentirse hermosos.

Quizás solo están aquí para dejar de odiarse a sí mismos. ¡Ya basta!

La pertenencia no empieza con la celebración. Comienza con una suave "aceptación". Y no hay un plazo para la aceptación. Si alguien se une a un espacio nudista y no se siente orgulloso, empoderado o libre, no significa que lo esté haciendo mal.

Significa que es humano.

La belleza no debería ser el precio de pertenecer.

En algún momento, el movimiento naturista, en un esfuerzo por ser positivo con el cuerpo, adoptó una nueva y sutil regla: ¡Perteneces! Simplemente cree que eres hermoso/a.

¿Y honestamente? Eso es solo otro tipo de presión.

No es muy diferente del mundo del que intentábamos escapar. El que dice que solo eres valioso/a si te ves de cierta manera, incluso si esa "cierta manera" ahora se redefine como "confianza" o "amor propio/a".

Pero el naturismo nunca se supuso que se tratara de belleza. Se trata de autenticidad. Se trata de liberarse de la constante medición, representación y comparación.

No tienes que pavonearte por el césped como una diosa liberada para ser una "buena naturista". Puedes sentarte tranquilamente bajo un árbol con la toalla alrededor de la cintura y seguir formando parte de esto.

Porque la pertenencia no se gana con la confianza. Se otorga en la comunidad.

Un cambio hacia algo más profundo

En los últimos años, hemos visto un cambio en la forma de hablar de algunos defensores de la aceptación corporal.

En lugar de "todos los cuerpos son hermosos", hemos empezado a escuchar frases como:

* "Todos los cuerpos son dignos".

* "Tu cuerpo no es un proyecto".

* "No necesitas sentirte hermosa para ser libre".

* "No necesitas amar tu cuerpo para respetarlo".

* "No necesitas arreglarlo, presumirlo ni enamorarte de él".

Y en nuestra propia práctica, hemos llegado a creer que la pertenencia importa más que la belleza. No todos amarán sus muslos. No todos adorarán sus cicatrices. Pero eso no significa que no puedan estar desnudos, libres y ser vistos.

El naturismo no se trata de amar siempre tu reflejo. Se trata de poder estar en el espacio tal como eres y saber que nadie aquí espera que seas nada más.

La silenciosa fuerza del simple ser

Algunas de las personas más inspiradoras que hemos conocido en el naturismo no irradiaban confianza. No eran de las que se pavoneaban ni posaban.

Eran las que se sentaban tranquilamente en sus cuerpos, incluso cuando era difícil. Eran las que decían: "Todavía me siento cohibida, pero aquí estoy". Eran las que no intentaban amar su cuerpo... simplemente dejaban de luchar contra él.

Eso también es una forma de valentía. Quizás la más honesta.

El naturismo no es una competición de confianza. No es un escenario para exhibir amor propio.

Es un lugar cómodo para cualquiera que esté cansado de esconderse, cansado de juzgar, y solo quiera ser visto sin expectativas.

Lo que decimos importa

Las palabras moldean la cultura. Incluso en un espacio nudista, donde intentamos dejar atrás el ruido del mundo exterior, lo que nos decimos unos a otros y a nosotros mismos importa.

Así que quizás sea hora de repensar los eslóganes.

Quizás, en lugar de decirles a las personas que son hermosas, podríamos decirles esto: "Hoy no necesitas sentir nada especial por tu cuerpo. Puedes simplemente existir en él, ahora mismo. Y eres bienvenido aquí".

Esa no es una declaración de positividad corporal. Es una declaración humana.

Y quizás ese sea el mensaje que el naturismo realmente necesita transmitir... de la belleza a la pertenencia.

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https://ournaturistlife.com/2025/07/25/why-nudism-needs-a-new-kind-of-body-acceptance/

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