Quien haya tenido la oportunidad de hablar con el fotógrafo Matteo Piacenti y el comisario Leonardo Iuffrida sabe que la exposición individual Nel giardino dei corpi svelati (“El jardín de los cuerpos descubiertos”), inaugurada el 26 de enero en el Senape Vivaio Urbano de Bolonia en colaboración con ANITA (Asociación Italiana de Nudismo), rastrea una necesidad compartida, aunque a veces oculta, de querer devolver la atención a la autenticidad.
¿Cuál es la herramienta más efectiva e inmediata para lograrlo? Desnudez. Este gesto en los ojos de alguien a menudo se juzgaba como una actitud soberbia e incluso snob. La capacidad de interpretar ciertos tipos de opciones artísticas a menudo solo se enfoca en ciertos aspectos por parte de algunos. Lo cierto es que la historia del arte ha sido protagonista de muchas obras consideradas “indecentes”, contextualizadas a su época, pensemos, por ejemplo, en el célebre Almuerzo sobre la hierba de Édouard Manet, à Maja Desnuda de Francisco Goya, o Maria Magdalena en El éxtasis de Caravaggio.
La intención anterior ciertamente no es comparar las tres obras entre sí, pero esta tríada manifiesta un hilo conductor que nos remite a la exposición individual de Piacenti: la supuesta ruptura de unos cánones estéticos que no concordaban con el pensamiento de la época. ¿Por qué las tres mujeres retratadas en las obras mencionadas han creado tanto debate entre la crítica? ¿Propusieron estos temas una “fantasía” o una visión de la realidad diferente a la contemporánea? El aspecto fundamental del proyecto de Piacenti es obviamente la desnudez, pero esta se presenta como una herramienta para romper una categorización que intenta dividir a la sociedad de una manera cada vez más organizada. La supuesta denuncia, o afirmación, de la diversidad social y de género siempre ha sido un elemento de discordia para muchos. En la obviedad del asunto, no es por enfatizar esa misma diversidad que se desvanece sino que, paradójicamente, sucede lo contrario, creando una actitud excluyente en el mero sentido del término. Matteo Piacenti, con Iuffrida, devuelve la atención al acto coral generado espontáneamente por el mismo proyecto expuesto, no como una denuncia política voluntaria, sino sacando a la luz la simple espontaneidad y naturalidad del gesto.
Partiendo desde el principio, reconstruyendo los hechos y luego avanzando hacia un análisis crítico, el proyecto de Piacenti fue concebido a partir de la solicitud de presentar un acto nudista performativo y participativo dentro del Senape Vivaio Urbano. El pedido del artista se hizo realidad el 4 de diciembre de 2022, con la participación espontánea de un centenar de personas. El acto coral, documentado, fotografiado y filmado, se presenta en la exposición actualmente expuesta en forma de ochenta fotografías en blanco y negro montadas en serie a lo largo del perímetro de la primera sala, flanqueadas por un vídeo de la actuación, como claro testimonio de la identidad humana. .
Piacenti, cuya formación académica es escultórica, considera el desnudo de la misma manera que la estatuaria clásica y sus cánones estéticos tradicionales. El cuerpo, para el artista, se convierte en materia táctil a investigar y modelar, alternando procesos aditivos y sustractivos, ejercicio que excluye voluntariamente el color de sus imágenes, en consonancia con su interés por el mármol. El artista reemplaza las habilidades manuales plásticas con el reprocesamiento digital. A través de la fotografía, Piacenti captura identidades individuales y luego pinta la luz digitalmente, eliminando el resplandor y agregando contraste. En sus imágenes prima el encuadre frontal y una atmósfera neutra hecha de grises. Lo que cambia, por tanto, son los rostros y la forma natural de los cuerpos que, si en la primera sala se disponen en serie, se valora el detalle en nitidez, casi obsesivamente, en la segunda la identidad se convierte más bien en un rasgo. La alternancia entre epifanía y memoria está subrayada por el umbral entre el acto concreto y la memoria, donde en la segunda sala Piacenti idolatra su manifestación y, como un simulacro, está separado de la primera por un velo, el mismo que separa realidad y memoria.
A través de un proceso de montaje, el artista manipula las imágenes, armando y narrando un sueño único y diferente, donde los cuerpos se juntan sin darse cuenta y donde aparece el recuerdo de un ser querido con el rostro tapado. como un simulacro, está separado del primero por un velo, el mismo que separa realidad y memoria. A través de un proceso de montaje, el artista manipula las imágenes, armando y narrando un sueño único y diferente, donde los cuerpos se juntan sin darse cuenta y donde aparece el recuerdo de un ser querido con el rostro tapado. como un simulacro, está separado del primero por un velo, el mismo que separa realidad y memoria. A través de un proceso de montaje, el artista manipula las imágenes, armando y narrando un sueño único y diferente, donde los cuerpos se juntan sin darse cuenta y donde aparece el recuerdo de un ser querido con el rostro tapado.
Via Juliet Magazine, editor N. Equipo OS NATURISTAS. Licencia de atribución de Creative Commons
¿Quieres leer más artículos como este?, suscríbete haciendo click aquí, y accede a todo el contenido exclusivo, paga con tu cuenta PayPal o PagSeguro
¡Ayuda a Portal OS NATURISTAS a traer más contenido de calidad para todos!
https://osnaturistas.com/noticias/revelacao-autentica-matteo-piacenti-no-jardim-dos-corpos-descobertos/
No hay comentarios:
Publicar un comentario