Img: Leokarcio Cavalcanti
Paulo Pereira. En la feliz ocasión en que celebramos los quince años de la oficialización de la playa del Abricó (Grumari) en la ciudad de Río de Janeiro, como espacio legal de la actividad naturista, me conforta la certeza del deber cumplido, de la ardua tarea bien realizada, especialmente al lado del dinámico amigo Pedro Ribeiro.
Yo, que vengo de muy lejos, he luchado duramente por el reconocimiento y desarrollo del verdadero naturismo, de la filosofía de vida libre, y por la liberación de la Playa del Abricó desde 1964, incluso durante los difíciles años de plomo de la antigua dictadura militar, sin alarde o el brote de vanidades. Siento, en el cuerpo y en el alma, una alegría serena, que se hace atemporal, indeleble, y percibo, aliviado, que vale la pena efectuar el buen combate, siempre sin rencores y sin cuestiones personales mal concebidas. Y no debo olvidar los nombres de al menos tres ilustres compañeros, que estuvieron desde temprano, a mi lado, sin hacer juicios: Luz del Fuego, Daniel de Brito y Osmar Paranhos, sanos guerreros, nombres calificados, hermanos de ideal, sinceros humanistas.
En 1972, enfatizo el registro histórico, en la bella ciudad de Koversada, nuestra A.N.B. - Asociación Naturista Brasileña, legítima sucesora de la F.N.I.B., creada por Daniel de Brito, que recibió su nombre por iniciativa mía, registrada oficialmente en la I.N.F. desde 1969, se hizo representar formalmente en el Congreso Internacional de Naturismo, representando a Brasil, con la presencia anotada de Daniel de Brito y Hans Frilman, como delegados, un hecho irrefutable, pionero, que marcó fuertemente nuestra lucha naturista, un trabajo plural, hecho de serenidad y lucidez.
La hermosa Playa del Abricó es un rincón mágico, que he visitado regularmente en esos 54 años de acción y compañerismo fraterno, un lugar de paz y de encantamiento, donde viví momentos inolvidables, liberados, "las naturalezas", según la madre naturaleza indomable ... Se pasan largos años, de luz y sombras, pero siento, aún hoy, incluso a los 81 años de edad, que todo fue recompensado porque he logrado percibir el crecimiento de los amigos de la naturaleza salvaje, desnuda, sin máscaras interesadas. En el Abricó, destaco, conseguí siempre olvidar las ofensas gratuitas, los prejuicios agresivos, y el cansancio de las lides diarias, al sol que quema sin dolor ... La Playa del Abricó y la Prainha (APA) son testigos vivos de mis búsquedas humanistas, desde 1964, sin pañuelo y sin documentos, y con un poco de coraje que aprendí con mis maestros caiapós ...
Río de Janeiro, diciembre de 2018
Paulo Pereira es biólogo, naturista fundador de la ANB (Asociación Naturista de Brasil), periodista y escritor, estudioso del Naturismo.
http://www.jornalolhonu.com/jornais/olhonu_n_217/mensagem.html
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