La práctica milenaria india gana "versión desnuda". El reportero sacó la ropa y cuenta todo
Carlos Daniel
Colaboración para UOL
La nude yoga llegó a Brasil. Sí, eso es lo que estás pensando. En tiempos de timelines obsesionados por la fuerza y el enfado, la práctica milenaria india está de nuevas vestiduras. Lo mejor, se despojó de ellas.
La moda de saludar el sol y hacer la tabla peladón vino de Nueva York. Dice los adeptos que ejecutar las posturas de la yoga, de la manera que venimos al mundo, trae autoconocimiento y combate los rechazos que tenemos con nuestros cuerpos.
El grupo "Nós Naturistas/Nosotros Naturistas" organizó, en noviembre pasado, una clase abierta de nude yoga en São Paulo. La invitación enviada en Facebook ganó más de tres mil "años". Cerca de 100 personas se inscribieron, pero sólo 30 desinhibidos estuvieron allí. Entre ellos, yo.
Yo, que nunca había quedado desnudo en público. Yo, que de tan resuelto con mi cuerpo, compro ropa dos veces por encima de mi tamaño, con la esperanza de sofocar los complejos bajo varios centímetros de tejido.
"Vestido, me sentí ridículo entre los peladones ..." - "
El encuentro rodó en la Casa da Luz - mixto de centro cultural y balada escondido entre botecos pie-sucio del centrón. Subí algunas ofertas de escalera y un aroma de incienso me daba pistas de la dirección que debía ir.
Ver la materia completa en http://www.uol/estilo/especiales/
No hay comentarios:
Publicar un comentario