Hace unas semanas acudimos a una conferencia y posterior mesa de debate sobre los problemas de los humanos con la autoestima. Desgraciadamente todos los cánones impuestos por la sociedad hacen que cada día tendamos más a escondernos que a mostrarnos tanto físicamente como emocionalmente. Con el paso de las generaciones y de la evolución el ser humano ha ido perdiendo la conjunción del cuerpo con el alma hasta el punto que escondemos ambos.
Se nos han impuesto unas ideas preconcebidas sobre la belleza, sobre lo correcto, lo incorrecto, lo moral, lo inmoral o lo perfecto e imperfecto. Es una pena que los referentes de hoy en día para muchos de nuestros jóvenes sea ir a una isla seguido de una manada de cámaras en un espacio natural y se utilice para demostrar todo aquello que el ser humano está aprendiendo de esta sociedad. Sinceramente apena profundamente el ver como a diario somo capaces de cargarnos un poco más nuestro planeta siendo incapaces de pararlo y destruirlo completamente. El otro día un gran amigo nuestro nos explicaba sobre un artículo que hablaba de la destrucción de nuestro planeta en 100 años… Bien respirando un poco hondo nos damos cuenta que eso es solo el efecto de nuestra propia causa… Nos estamos volviendo seres incapaces de mostrarnos tal y como somos, de compartir un mundo que es de todos y de establecer una guerra nuclear como algo que puede salir en un informativo entre dos magnates a cual mas peligroso y que incluso nos haga gracia. En cambio somos incapaces de mostrarnos.
En una de las terapias que se realizaron con 12 personas llenas de prejuicios porque se les había inculcado que su peso era inapropiado, o que sus pechos eran pequeños o por ser mas bajo o tener una herida o cicatriz o por estar fuera de los cánones de la supuesta belleza nos encontramos con que todo era un ataque a la autoestima de cada una de las personas. Se dieron cuenta que habían perdido toda comunión entre su alma y su cuerpo y lo que era peor habían acabado por rechazarse hasta incluso odiarse y lastimarse.
Una parte de la terapia se basaba en visionar imágenes de desnudos y explicar que percibíamos y que nos venía principalmente a la cabeza.
En esta primera imagen las palabras mas escuchadas eran: Gorda, Obesa, Deforme, Fea… Todos los participantes los 12 aportaron un adjetivo negativo de desprecio hacia lo que estaban viendo
Exactamente lo mismo en la segunda imagen solo que se añadieron adjetivos, como viejo y adjetivos que hacían mención despectiva a los genitales.
En la primera sesión toda discusión y mesa redonda fue en esa dirección, uno de los chicos que estaba en la terapia que estaba en un tratamiento de obesidad era el primero en calificar estas imágenes como propias. Una chica también con el mismo problema fue la más explicita de lo que hablábamos anteriormente, se auto denominaba “desecho social” que incluso la habían rechazado en multitud de empleos por su aspecto físico canonizado como incorrecto teniendo en cuenta que la chica habla 4 idiomas y tiene conocimientos con notas de matrícula de honor en economía y finanzas.
La persona gorda recurre a dieta, ejercicio y medicamentos para adelgazar, algunos de ellos cuestionables, otros recomendables. No obstante, el ingrediente principal sigue sin aparecer… Esta imagen es la instrucción sin la cual poco o nada va a cambiar. En realidad la imagen sí está, pero es justamente la imagen de lo que no quiero: la del sobrepeso, del cuerpo que no quiero, del exceso que no quiero y justo delante en televisor la imagen de lo que quiero ser.
Todos estos cánones así nos han sido inculcados con el paso de las generaciones, desde el primer día que venimos al mundo hasta el día que morimos. El asunto me resultaría más fácil si tan sólo pudiera comprender que las células de mi cuerpo son las principales actrices en este proceso y que mi comunicación con ellas es la que puede generar el mayor cambio.
http://www.vidanaturista.net/2017/05/09/naturismoestima/
No hay comentarios:
Publicar un comentario