Naturismo Colombia es una opción para quienes siempre les ha gustado estar desnudos. No son los únicos. El gusto por el nudismo es tal que convoca a un grupo de personas, que apenas se conocen, pero se desvisten sin vergüenza ni morbo, en un ambiente absolutamente seguro.
Por: Clara Inés Giraldo Mejíaclaragiraldomejia@gmail.com Cité a Alexis* en el Museo de Arte del Banco de la República porque es un sitio central para él y para mí, pero ante todo porque por estos días está instalada la exposición Habeas Corpus, un trabajo que explora el cuerpo desde la fragmentación, la violencia, la medicina, el pudor y la desnudez. Alexis comenta las obras, nos hacemos chistes, me hace preguntas. Dos nudistas en una exposición sobre el cuerpo, definitivamente, la verán con otros ojos. Alexis me dice que ése es su verdadero nombre, que no usa ningún seudónimo en el mundo nudista porque él no está haciendo nada malo, entonces no tiene ninguna razón para esconderse.Él es la misma persona dentro y fuera del mundo nudista, el gusto por quitarse la ropa es uno más de los rasgos de su personalidad, no lo define, ni lo etiqueta, ni lo estigmatiza.
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¿Ni en el trabajo?
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le pregunto.
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No, si en la empresa la gente sabe, hasta me molestan y todo. Me dicen: “Mechudo, ¿y este fin de semana también estuvo en biringas?”. Más que todo desde que salieron las fotos que nos tomaron para la revista Gente, porque yo cargaba con esa revista para arriba y para abajo, para que la gente conociera lo que hago.Siempre le ha gustado desnudarse y no contempla dejarlo, sobre todo ahora que su esposa lo acompaña esporádicamente a descansar de la ropa con la gente de Naturismo Colombia, con quienes se siente especialmente cómodo para desvestirse. Y cómo no sentirse seguro si uno de los pilares de este grupo nudista es el respeto por el otro, de modo que ver cuerpos desnudos no es una acción guiada por el morbo, sino que es asumida como parte de la cotidianidad. Alexis es miembro activo de Naturismo Colombia desde hace un poco más de dos años, durante los que dicho un grupo ha crecido. Actualmente, alrededor de cincuenta personas asisten a los eventos y más de quinientas siguen las actividades y las ideas del grupo a través de Internet: pertenecen a los grupos “Nudismo en Colombia” o “Jóvenes nudistas de Colombia 18-30”, en Facebook, y “Naturismo Bogotá”, en Yahoogroups.
Estas personas buscan brindar un espacio seguro en el que quienes disfrutan del nudismo o sienten curiosidad por vivir esta experiencia puedan practicarlo a través de actividades semanales: clases de rumba aeróbica, pilates y yoga; mensuales: talleres para parejas y fiestas; o semestrales, como los paseos. Estos espacios les permiten proponer algunas costumbres naturistas, asociadas con los hábitos alimenticios y cuidados del cuerpo y el temperamento, pero el principal interés del grupo es el nudismo. Alexis es alto, no para de sonreír y, aunque tiene cuarenta y cuatro años, los ojos le brillan como los de un niño antojado de dulce. Sus rizos claros caen hasta los hombros y resaltan sobre una camiseta negra y un pantalón del mismo color. Pasamos al segundo piso: el cuerpo fragmentado.En medio de cuadros y esculturas que exponen cuerpos cercenados, llegamos a la conclusión deque lo mejor de desnudarse en público es mostrarnos tal cual somos, quitarnos las máscaras. Enseguida se nos acercan dos mujeres de la compañía de vigilancia del museo, con sus uniformes muy elegantes y peinadas a la perfección.
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¿Qué tal es ese grupo?
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pregunta la más alta y morena de las dos, mientras intenta leer sobre la
camiseta de Alexis una palabra de cuatro letras D… ¿Dope?, ¿Down?, ¿Doro? Ininteligible, escrita
en tipografía roja sangrante y acompañada por la ilustración de una criatura muy parecida a lasánimas del cuadro del Purgatorio, sobre el que estábamos hablando, minutos antes de la apariciónde las dos mujeres.
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No sabría decirle dijo Alexis, sin el menor asomo de vergüenza por desconocer la respuesta esta camiseta me la regaló mi hija, ella sabe que me encanta el metal y me la regaló, pero este grupo, si le soy sincero, nunca lo había oído en la vida, claro que lo que a mí me gusta es otro tipo de metal.
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¿Como Black Sabath y eso?
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Sí claro, ese grupo me fascina.Una escena similar ocurrió con el mesero del restaurante en el que terminamos la entrevista. Vestirse es todo un lenguaje, desvestirse también. Tanto el que se desviste como el que prefiere no hacerlo está diciendo algo, como quien usa un sombrero para llamar la atención sobre su cabeza o una camiseta estampada con la leyenda de un grupo musical, para decir que le gusta. La ropa no es sólo para cubrirse del frío, el desnudo no es sólo para mostrarse. Cada persona que asiste los sábados a bailar en la clase de Bioritmo el nombre con el que se conocen las sesiones de rumba aeróbicos en este grupo nudista tiene sus razones: ejercitarse, aceptar su cuerpo, pasar un rato agradable, conocer gente diferente, aprender a bailar o, simplemente, tener un pretexto para estar desnudo… todo menos buscar encuentros sexuales, o incomodar a otros asistentes con miradas lascivas, condiciones en la que constantemente hacen énfasis Nany y Simón, los coordinadores dela mayoría de actividades desarrolladas por el grupo. Casi todas las personas que he conocido en los eventos de Naturismo Colombia se enteraron de la existencia del grupo a través de su página en Internet http://naturismocolombia.com; otros, por artículos y notas de prensa que se han publicado en medios como El Tiempo, Cartel Urbano,Caracol Radio o la revista Gente. Yo me encontré con ellos, buscando un tema que me apasionara tanto, que valiera la pena hacerle un reportaje. Cuando vi su página en Internet en la que promocionan sus eventos, publican las fotos autorizadas por quienes aparecen en ellas y cuentan quiénes son, me imaginé un spa con salones especiales para cada actividad, recepcionistas, instructores y gente desnuda por los pasillos y en la cafetería; pero sobretodo, me sentí segura, el énfasis que Simón procura hacer notar en los textos promocionales, con respecto a la atmósfera de respeto mutuo me aseguraron que con ellos me podría desvestir tranquila, disfrutar de la sensación de liberación que produce estar desnuda y, además, compartirlo con hombres y mujeres que tienen ese gusto. Sólo me equivoqué en una cosa: Naturismo Colombia no tiene una sede fija, por lo menos por ahora, parte de la labor del grupo, tanto organizadores como asistentes a los eventos, es encontrar lugares adecuados para llevarlas a cabo.
Esto no es tarea fácil, pues no sólo debe ser espacioso, cómodo y con piso diseñado para hacer ejercicio, sino que también es absolutamente necesario que el gimnasio, academia o centro de meditación acepte el carácter nudista de la sesión. Por eso Naturismo Colombia está en constante movimiento, algunas veces porque la organización que funciona allí prefiere mantenerse al margen para no ser identificada por sus clientes como una entidad nudista, y otras veces porque el salón les quedó chiquito.No sabía mucho sobre ellos, y estaba un poco incómoda, no por tener que quitarme la ropa ante un montón de desconocidos, sino porque llegué quince minutos tarde, y temía encontrarlos ya desnudos y en plena rutina de aeróbicos. Subí al segundo piso de la academia de baile en la quesería esa sesión de Bioritmo. Abrí la puerta y todas las mariposas que no había sentido en el estómago decidieron revolotear al tiempo. Todos estaban vestidos, y digo todos porque en ese salón, ocupado por unas quince personas, Nany la instructora de Bioritmo y yo éramos las únicas mujeres.
En ese momento supe por qué Nany se puso tan contenta cuando le confirmé mi asistencia por correo electrónico, también entendí la razón por la que todos los textos de su página de Internet insisten en que en el espacio nudista que ofrece Naturismo Colombia se respira una atmósfera de respeto hacia la mujer y, además, por qué el grupo ofrece tarifas más económicas para nosotras. Era simple, al parecer a muy pocas mujeres les gusta quitarse la ropa en público.Nos presentamos uno por uno. La mayoría no decía su nombre, sino el seudónimo que usa en el entorno nudista. “Salí de un clóset para meterme a otro”, pensé; pero todos exponían argumentos tan contundentes, como la discriminación y pérdida de su prestigio en sus trabajos, que, contrario a lo que siempre hago, opté por quedarme callada.
“Prefiero no dar mi nombre completo aquí, porque yo trabajo en el área de la salud y uno nunca sabe, que la gente relacione nudista con pervertido, entonces mejor no arriesgarme”, dice Carlos,
el asistente más constante a las clases de Nany, quien afirma con orgullo que bajó de peso considerablemente y que está en mejor forma que nunca, porque con la excusa de las actividades nudistas, ahora se ejercita regularmente y le importa mucho más su cuerpo. Nany nos pidió que hiciéramos un círculo. “Vamos a hacer un desnudo paulatino”, explicó, “porque aunque sólo haya una persona nueva en el grupo, es mejor, para que todos entremos en confianza. No es fácil, ni agradable desnudarse con gente que uno no conoce, ¿no?”. Todos hicimos un círculo mirando hacia la pared, porque desnudarse es un acto aún más íntimo que estar desnudo. Cuando alguien se desnuda concentrado en el acto de desvestirse, la ropa pesa una tonelada. Cada prenda es una carga que se libera cuando deja de cubrir el cuerpo, es un momento en el que realmente uno puede sentirse. Sonó la música. De pie frente al espejo, todos seguimos los pasos que proponía Nany. Cumbia, merengue, samba y hasta reggaetón ponían a prueba la coordinación,la resistencia y el humor de todos. La atención estaba en moverse bien y a tiempo, no en ver a los demás o que los demás nos vieran.
“Como no tenemos ropa, tenemos que movernos más, porque no hay nada que nos ayude asimilar el movimiento; entonces también vamos a sudar más” dijo Nany, mientras incluía un paso nuevo en la rutina. En lugar del caucho de la ropa interior o el roce del pantalón, se sienten las gotas de sudor brotando por los poros, las venas ensanchándose y los pulmones recibiendo oxígeno con cada respiración. Definitivamente hacer ejercicio sin ropa es otra cosa. La clase terminó cuarenta y cinco minutos después, hicimos un círculo mirando hacia el centro del salón, estiramos los músculos y nos vestimos en medio de risas y comentarios sobre lo agradable que había sido la experiencia.
“Todo eso está muy bien, pero no olviden hacer esos mismos comentarios en la página de Internet, o en Facebook o en Yahoo”, dijo Simón en esa ocasión y siempre que termina algún evento. No se cansa de repetirlo porque para ellos es muy importante que los miembros virtuales sepan de lo que se están perdiendo por no animarse a ir a las actividades. Sentado en el suelo con la espalda erguida y la voz tranquila, Simón nos pregunta a los asistentes al taller de masajes tántricos para parejas: “¿Sabían que hay un canal de televisión en el que todo el mundo aparece desnudo las venticuatro horas del día? Desnudos a las siete de la mañana, al medio día, a las diez de la noche… desnudos a toda hora. Ustedes lo deben tener en sus casas”.
Espera treinta o cuarenta segundos durante los que especulamos acerca de cuál será ese canal, porque en los pornográficos a veces aparecen vestiditos. “Ese canal se llama Animal Planet” agrega, sin siquiera desviar la mirada. Permanecer desnudos es una manera de acercarse a ese lado animal y natural del que nos estamos alejando, por eso Simón hace parte de Naturismo Colombia hace cinco años, casi desde sus orígenes, primero como asistente regular y ahora como coordinador. Casi se puede adivinar en su cuerpo que Simón es licenciado en Educación Física: tiene un cuerpo imponente y bien formado, y una mirada profunda pero amable, siempre alerta. Su trabajo lo mantiene inmerso en el tema del cuerpo, sus cuidados y la relación entre el bienestar físico con el de la mente. Se viste sólo porque hay que vestirse, nunca le ha gustado la ropa, no se fija en ella,por eso se siente tan a gusto en Naturismo Colombia, un espacio en el que te dicen que sí: sí puedes desvestirte, sí puedes proponer ideas, sí puedes sugerir actividades, sí puedes expresarte,sí puedes disfrutar de tu cuerpo, sí puedes crear lazos de confianza de manera más fácil y espontánea que cuando estás escondido en la ropa.
“No hay diferencia entre estar vestido y estar desnudo. Esa diferencia no la haces tú, sino los demás”, le dice Nany a Simón, con quien nunca puede ponerse de acuerdo en muchas cosas, pese a que ella también es licenciada en Educación Física; trabajan en la empresa de entrenamiento personalizado, que crearon juntos; organizan las actividades del grupo naturista; y son pareja hace un año. A Simón le preocupa la poca asistencia de mujeres, porque piensa que las pocas que vamos a los eventos nos sentimos incómodas ante tantos hombres; él escribió los textos de la página de Internet y todos los días busca estrategias para convocar más mujeres, porque dice que no va a permitir que la gente que quiere hacer nudismo deje de hacerlo por creer que se va a sentir muy mirada. Nany, en cambio, dice que no importa si hay o no mujeres, porque ella no ve hombres o mujeres, sino personas, que cuando están desnudas es como si todas llevaran un uniforme. “Ese uniforme, que todos estemos iguales, es lo que más me gusta del nudismo”.
En eso también difieren. Para Nany la piel desnuda es un elemento igualador; por el contrario,Simón asegura que a través del cuerpo sin ropa es posible adivinar la vida y la personalidad de alguien, sobre todo en lo que se refiere a la salud y la importancia que tiene para cada individuo cuidar, amar y respetar su cuerpo. De cualquier manera, discusiones como esta prueban que cuando alguien asiste a un evento nudista, sobre todo de manera regular, no sólo va a quitarse la ropa, también va a ver y a pensar el cuerpo desde otra perspectiva.Para algunos estar desnudo es lo mismo que estar vestido. Al parecer, a medida que uno se mete en este cuento los límites se hacen cada vez más difusos. La ropa pasa de ser algo que te encierra para convertirse en algo insignificante, ya no importa si la llevas puesta o no. Nany me cuenta que cuando están en su apartamento, ella y Simón prefieren permanecer desnudos, es inconsciente; sin embargo, no es lo mismo que estar vestida, el cuerpo percibe el mundo de manera diferente, la piel desnuda hace que algunas experiencias sean mucho más ricas en sensaciones.En el caso de Nany, por ejemplo, la experiencia que recuerda con más emoción es una caminata en una finca de Villavicencio, en la que hicieron el paseo del año pasado con el grupo. “Era una finca muy muy grande” me dice despacio, arrastrando las palabras para que el recuerdo la inunde toda.
“Simón y yo salimos a caminar… los dos, de la mano, desnudos. Apenas habíamos empezado, cuando vimos al hijo de la pareja que cuidaba la finca, él me cogió la mano, y caminamos los tres, nosotros sólo en tenis y el niño si todo vestidito… fresco, los niños no ven nada de raro en estar desnudos. Llegamos a un lago con patos, Simón nos miraba y el niño y yo nos acercamos, los acariciamos y les dimos de comer. Es increíble cómo algo tan simple puede ser tan bonito, cuando estás en paz”.
Sin embargo, el nudismo nunca se asocia a una sensación de paz. Al contrario, se suele confundir con conductas sexuales reprobadas socialmente, como el exhibicionismo, la promiscuidad, el strepteasse, la pornografía o los swingers. Desde su nacimiento, los fundadores de Naturismo Colombia han afirmado que son promotores de la práctica del nudismo, según los lineamientos de la FNI (Federación Naturista Internacional); es decir, le apuestan al nudismo grupal como un medio para acercarse a la naturaleza a través del respeto por sí mismo, los demás y el ambiente. El nudismo que se practica en Naturismo Colombia no está dirigido al sexo, de hecho, sus miembros muestran que estar desnudo y sentir o incitar deseo sexual son dos acciones que pueden ser totalmente independientes. Para los miembros del grupo esto es absolutamente claro e indiscutible desde el principio, pero para quienes no conocen sus ideas, no es tan sencillo. Los prejuicios creados en torno al nudismo son la razón principal para que muchos opten por proteger su identidad con un seudónimo. Se quitan la máscara que les impone estar vestidos, pero se ponen una nueva para proteger sus vidas fuera del nudismo. Nany tuvo que abrir un doble perfil en Facebook, no sólo porque trabajaba en un colegio femenino como profesora de Educación Física, y prefería que su gusto por el nudismo no fuera el chisme principal en los corredores del colegio; sino porque le resultaba muy difícil comunicarse con los demás miembros del grupo, pues constantemente reportan su perfil, sus eventos y sus mensajes, la bloqueaban y le negaban el acceso a su cuenta, desde la que se emiten todas las comunicaciones de Naturismo Colombia, así que resulta más práctico asumir otra identidad. La necesidad de esconder los nombres de sus integrantes ha impedido que Naturismo Colombia goce de beneficios asociados al reconocimiento internacional que podrían tener como organización, condición para la que este grupo de personas debe tener un representante con nombre propio y número de cédula, que asuma la dirección del grupo para que éste se convierta en una federación que represente a Colombia ante agrupaciones nudistas y naturistas de otros países, y así puedan asistir a eventos y hacer que el grupo crezca. Por eso Nancy Martínez se quitará la máscara que la protege, ahora llamarla Nany no será necesario, sólo será una opción.
*Los nombres propios utilizados en este reportaje corresponden a los seudónimos que los miembros de Naturismo Colombia, entrevistados para la elaboración de este documento, utilizan en la práctica del nudismo, excepto en los casos en los que se indique otra situación.
http://www.academia.edu/Sin_ropa_sin_verguenza
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