En el norte de Europa es popular, en el sur algunas veces es mal vista: la desnudez en el espacio público es valorada de formas muy distintas. Hablamos sobre este polémico tema con Maren Möhring, historiadora de la cultura de la Universidad de Leipzig.
En enero de 2015 inició en la televisión alemana la serie “Welcome to Sweden”. Un estadounidense se muda a Suecia, donde vive su novia. El estadounidense experimenta un par de choques culturales. Por ejemplo en la sauna. ¿Pero no es la imagen del escandinavo como alguien que no tiene problema con quitarse la ropa un cliché pasado de moda?
La desnudez es en Escandinavia definitivamente más normal que en otras regiones del mundo. El movimiento de la llamada “Cultura del cuerpo libre” en Alemania, de inicios del siglo XX, hacía ya referencia a los escandinavos.
Respecto a la desnudez hay grandes diferencias entre Europa y los Estados Unidos, pero también al interior de Europa. ¿Cuál fue el desarrollo de Alemania en este aspecto?
Ya Goethe decía: “el hombre verdadero es el hombre desnudo”. La idea es que lo verdadero y auténtico no se manifiesta a través de la ropa. Según esta forma de pensar, la naturalidad y la desnudez están conectadas una con la otra. El movimiento de la Cultura del cuerpo libre (FKK) en Alemania se esforzó por liberar al cuerpo de cargas eróticas. Según los simpatizantes del nudismo, el cuerpo desnudo no es necesariamente provocador. Es nuestra mirada sobre el cuerpo la que está cargada de erotismo.
“Una particularidad alemana”
Desde la perspectiva de la historia cultural, ¿qué relación existe entre la desnudez pública y la manifestación política?
La ropa representaba la opresión y la limitación impuestas por la civilización. En 1890, decir que había que desnudarse para estar libre, no solo era algo extraño sino incluso revolucionario.El hecho de que la Cultura del cuerpo libre se estableciera con tal fuerza en los años veinte del siglo pasado fue en efecto una particularidad alemana, que no habría funcionado en otros países, entre otras cosas también porque la Cultura del cuerpo libre estaba al servicio de la “higiene racial” y la eugenesia. La Cultura del cuerpo libre gozó en Alemania de una difusión vigorosa. En los Estados Unidos existen algunas asociaciones, pero la primera, en cercanías de Nueva York, fue fundada por un alemán.
¿Cómo ha cambiado la imagen del cuerpo entre los jóvenes en los últimos años?
Por ejemplo, para el movimiento de la Cultura del cuerpo libre, así como para la opinión pública en Alemania, el cuerpo natural era un cuerpo velludo. En los años ochenta, la cantante alemana Nena causó un escándalo en los medios de habla inglesa por salir al escenario con las axilas sin afeitar. En Alemania, a muy pocas personas eso les parecía extraño. La idea de lo natural era: las modificaciones del cuerpo no son naturales. Algo similar sucedía en el movimiento feminista alemán, que por ejemplo rechazaba el uso del brasier. El cuerpo debía ser como era, no encorsetado y empacado sino –supuestamente– libre.
¿Qué papel tiene la religión en todo esto?
Incluso si no queremos aceptarlo: la relación con nuestro cuerpo sigue estando muy marcada por la religión. En Alemania Oriental, la religión no tenía un papel central. No es de extrañar que el nudismo tuviese tanta fuerza. En el sur de Europa, el catolicismo dio origen a una relación especial con el cuerpo. El cuerpo desnudo en público es algo impropio. También por este motivo, la costumbre de ir a la playa sin “nada encima” no logró imponerse. También en las playas del Mar Báltico se vivieron enfrentamientos en la frontera germano-polaca, pues la población de Polonia, predominantemente católica, no quería aceptar el nudismo.
¿Veinticinco años después de la Reunificación Alemana, sobreviven las diferencias entre ambos lados de Alemania?
Yo vivo en Leipzig, en el este de Alemania, y mi opinión personal es que para muchos es completamente natural nadar desnudos. En la República Democrática Alemana eso tenía un carácter especial, pues se trataba de un momento de libertad, del sentimiento de no estar controlado, al menos en las playas del Mar Báltico.
“La presión ha aumentado”
¿Con qué tipo de discurso está conectada hoy la desnudez? ¿En los medios y en la publicidad se muestran cuerpos desnudos y aparentemente perfectos. ¿Existía antes un imperativo moral y ha sido reemplazado por uno estético?
La visualización masiva de cuerpos perfectos ha aumentado radicalmente la presión normativa. Pero en el antiguo movimiento de la Cultura del cuerpo libre las cosas no eran completamente distintas, pues las fotos de entonces tampoco mostraban cuerpos promedio. Eso sí, en general los cuerpos de entonces no estaban tan extremadamente entrenados como los de hoy. Así, por ejemplo, en las películas de James Bond de los años setenta, las mujeres son muy delgadas, pero tienen celulitis. Hoy las mujeres pasan días enteros en el gimnasio a fin de poder mostrarse desnudas.
¿Qué imagen tiene la desnudez hoy en día en Alemania?
Quien quiere nadar o ir desnudo a la sauna, simplemente lo hace. La desnudez es completamente normal. Pero por otra parte, la idea dominante de que la desnudez es natural se transforma, pues nos enfrentamos a otras imágenes del cuerpo gracias a los medios globales y la migración. Esto seguirá siendo un tema importante en los próximos años.
Prof. Dr. Maren Möhring es la directora del Instituto de Ciencias culturales en la Universidad de Leipzig. Desde hace años investiga sobre la historia y la relación de los alemanes con la cultura del cuerpo libre. Escribió su doctorado sobre “Cuerpos de mármol. La construcción del cuerpo en la cultura de la desnudez alemana (1890-1930)” y es co-fundadora y editora de la revista digital “Body Politics. Zeitschrift für Körpergeschichte”.
Petra Märlender
hizo la entrevista. Vive y trabaja como periodista en Hamburgo.
Traducción: Hernán D. Caro
Traducción: Hernán D. Caro
Copyright: Goethe-Institut e. V., Internet-Redaktion
febrero 2015
www.goethe.de
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