27 de enero del 2016. Un difícil camino hacia la playa nudista más importante de Chile es el que cuenta el fotógrafo René Rojas, con 14 años a cargo de su concesión.
PUCHUNCAVÍ.- Para muchos Playa Luna es sinónimo de libertad y de una íntima conexión con la naturaleza, balneario que tras una dilatada trayectoria y más de una desazón, ha pasado a ser protagonista del ejercicio del nudismo y naturismo en Chile.
Enclavada a unos 5 kilómetros de la Caleta de Horcón y a unos 40 minutos de camino por el litoral, este verdadero atractivo turístico se ha consolidado como la capital del nudismo en Chile, donde sus cientos de visitantes concurren año tras año para disfrutar de sus arenas, de la desconexión del mundanal ruido y adentrarse en un fascinante contacto con la naturaleza.
De ello nos habla su único concesionario, el fotógrafo René Rojas Vergara, quien por más de 14 años administra el lugar y ha sido testigo de la evolución del balneario, que hoy es visitado por familias completas que buscan este espacio único de libertad y armonía con el entorno natural.
NUDISMO EN HORCÓN
"El Observador" concurrió hasta este balneario ubicado al final de la Playa Larga de Horcón, donde el mismísimo René nos cuenta que conoció el nudismo tras una visita a Brasil el año 1995, generándose la pregunta del por qué no existía algo así en Chile. Fue tras esto que al regresar a nuestro país se reunió con agrupaciones que practicaban el nudismo en Cau Cau y se fijó el objetivo de crear una playa de este tipo, de manera organizada y sin sobrepasar la ley.
"Desde un comienzo la idea fue generar un espacio público en donde la gente tuviera la oportunidad de conocer la experiencia de vivir el naturismo, proyecto que fue lanzado en el año 2000 en este balneario y donde la definición de nudismo se entiende bajo el concepto familiar mixto y sano", explicó René Rojas.
René da a entender que la gente ha cambiado la concepción sobre el nudismo, entendiéndolo como algo natural. De hecho, cuenta que le sorprende "la cantidad de gente que nos visita, ya que durante los fines de semana acá se llena de veraneantes, que han entendido lo grato que puede ser conectarse con el entorno y liberarse del estrés desprendiéndose de las ropas que los atan. Creo que eso de que el chileno es pudoroso es mentira, pero sí creo que le preocupa el qué dirán, algo que no debería ser así, ya que aquí toda la gente respeta el entorno y a las demás personas, es un principio fundamental que hemos querido instalar en Playa Luna y que la gente lo ha comprendido de gran forma", señaló Rojas.
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