Los bañistas invaden las playas de tradición nudista creando algunas incomodidades
La masificación en las calas está provocando la pérdida de identidad de estos espacios
Los bañistas invaden las playas de tradición nudista creando algunas incomodidades
La masificación en las calas está provocando la pérdida de identidad de estos espacios
ADAM DOMÈNECH - GIRONA
La Isla Roja de Pals y sano Boadella de Lloret, en peligro de perder la tradición
En la jerga naturista, el adjetivo textiles es utilizado para referirse a las personas que llevan bañador a la hora de remojarse o tomar el sol en los espacios nudistas. Esta práctica tan habitual de llevar bañador es completamente respetable, pero en las playas de larga tradición nudista hoy en día se puede llegar a considerar una invasión que los textiles acaban siendo mayoría y crean la misma incomodidad que se viviría en cualquier otra playa, ahora pero para los nudistas.
Segregación o integración
Años atrás, en algunas de las playas y calas más escondidas del territorio gerundense arraigó el nudismo en la arena, sin demasiados problemas, y se convirtió en una tradición. En la demarcación encontramos unas 27 playas de tradición nudista esparcidas por el litoral [véase gráfico].
Durante décadas, los textiles visitaban con cuentagotas estos espacios, donde los naturistas disfrutaban de una agradable mayoría. Eran pocos los bañadores que se atrevían a adentrarse en estos territorios, aparte de curiosos y alguna mirada indiscreta, ya que se respetaban fuerza los espacios y las diferencias entre unos y otros. La segregación en las playas se palpaba en el ambiente e ir vestido resultaba algo incómodo en según qué sitio.
El turismo de masas y la proliferación de guías de verano que recogen las calas, playas y pozas más secretas, han contribuido a girar las tornas: los espacios de tradición nudista se ven invadidos por multitudes de textiles, que algunas veces, inconscientemente, hacen que los nudistas se sientan fuera de lugar y privados de desnudarse. En teoría hoy todo el mundo tiene el derecho de practicar nudismo en cualquier playa, pero esta liberalización que en un principio parecía ir a favor del mundo naturista, se les ha vuelto en contra y ahora es una problemática creciente.
Las playas de larga tradición nudista gerundenses, como la playa de la Isla Roja de Pals o la cala Sa Boadella de Lloret de Mar, son algunos de los casos más flagrantes de la invasión creciente de los textiles, hasta el punto de perderse la tradición y con el peligro de acabar siendo parte de la historia.
sin conflicto
Sin embargo, los ediles de los ayuntamientos costeros consideran que esta problemática no es conflictiva y que los usuarios textiles y nudistas conviven tranquilamente en sus playas. A modo de ejemplo, en la cala Murtra de Rosas se retiró la señalización nudista a mediados de los noventa para evitar la segregación. Con todo, según Carlos Páramo, concejal de Medio Ambiente, la tradición se ha mantenido hasta el día de hoy y no tienen problemas. Un caso similar es la playa del Cortal de la Villa, en Sant Pere Pescador, donde la integración no está creando problemas, según Agustín Badosa, alcalde de la población. El alcalde no cree que sea necesaria la señalización de las playas nudistas ya que, a lo largo del tiempo, no ha habido ningún problema y la tradición se respeta: "No queremos señalizarlo porque al final si haces determinados movimientos a veces puede acabar provocando un resultado contrario al que se buscaba; si las cosas funcionan, mejor no tocarlas ", concluye Badosa.
Del atentado a la moralidad a la libertad ideológica
En la época franquista, el régimen consideraba el nudismo como un atentado a la integridad moral. Una circular del 6 de julio de 1957 prohibía "cualquier manifestación de desnudismo y incorrecciones en el Mismo aspectos que pugne con la honestidad y el buen gusto tradicionales de los españoles". Esta circular no sólo prohibía el nudismo, también regulaba el tipo de vestuario que tenía que utilizar a la hora de remojarse. Se consideraba como bañador "las llamadas de dos piezas para las mujeres y slips para los hombres. Aquellas deberia quitar el pecho y la espalda cubiertos y estos pantalones de deporte ". Así pues, el nudismo se vio obligado a crecer lejos del turismo de masas y de las playas principales, huyendo de la legalidad. El nudismo se estableció en las calas más alejadas, y a la vez, más bonitas del territorio catalán, a lugares de difícil acceso y apartados de las miradas indiscretas, pero sobre todo lejos de la Guardia Civil. En el año 1974, la Federación Naturista Internacional definió el naturismo como "una manera de vivir en armonía con la naturaleza, caracterizada por la práctica de la desnudez en común, con el fin de favorecer el respeto a uno mismo, a los demás y al medio ambiente ". Al cabo de cuatro años, en 1978 con la entrada en vigor de la carta constitucional, se dedujo que el nudismo pasaba a ser una libertad más. Pero no fue hasta 1995, con la aprobación del nuevo código penal, mediante el cual "el escándalo público" dejaba de ser un delito y el nudismo se declara completamente legal en cualquier playa.
Cuarenta años defendiendo el nudismo en Cataluña
Un nudista en la playa de Pals, otro de los espacios de tradición nudista del litoral de Gerona.
ADAM DOMÈNECH
El Club Catalán de Naturismo (CCN) celebra su cuarenta aniversario este año. La asociación se fundó en 1977 por un grupo de personas pioneras en el mundo del naturismo, con el objetivo de preservar y defender el nudismo en las tierras catalanas. Las celebraciones comenzaron a principios de este 2017 con una comida y la creación de un calendario conmemorativo y durante el verano la entidad está realizando un concurso de fotografía naturista con que se quiere reivindicar la desnudez como hecho natural.
La sociedad retrocede
Actualmente el club tiene 400 socios, pero Segimon Rovira, presidente del club, no cree que el número de socios sea representativo y no tienen una estimación de la gente nudista que puede haber en Cataluña. Rovira cree que se está retrocediendo en la aceptación de la desnudez y pone por ejemplo la censura de los pezones en algunas redes sociales. Además, cree que la situación actual en las playas es grave y reivindica el respeto por estos espacios de larga tradición. "Lo ideal para nosotros sería que cada uno pudiera elegir ir vestido o desnudo; lo que pasa es que hoy en día no lo vemos posible hacerlo realidad, por eso seguiremos defendiendo los espacios de tradición nudista ", dice el presidente de la entidad. Rovira no cree que la solución sea la segregación de las playas, pero ve una falta de respeto: "No queremos guetos de gente desnuda, si viene una familia y alguien no se desnuda no pasa nada, pero si vienen grupos muy grandes y completamente vestidos se crean incomodidades. "El CCN ha puesto en marcha este verano una campaña repartiendo folletos en las playas nudistas para concienciar a los textiles.
http://www.elpuntavui.cat/societat/article/5-societat/1218230-els-textils-guanyen-la-partida-als-nudistes.html
Nota. En el periódico el punto de hoy sale noticias sobre las playas nudistas y los 40 años de la del Club Catalán de Naturismo (CCN).
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