El desnudo es uno de los géneros más recurrentes entre los
grandes fotógrafos. Usado en la moda, el arte o la fotografía más irónica por
autores como Helmut Newton, Man Ray o Elliott Erwitt, el cuerpo desnudo -del
hombre o la mujer- es protagonista de instantáneas que forman parte del
imaginario colectivo del siglo XX. El erotismo, el amor, la sensualidad, el
glamour, la naturaleza primitiva del ser humano y las emociones son algunos de los temas tratados en las
fotografías de esta selección.
Foto
Tom Kelley
La historia de esta sesión comienza en 1948, con un
pequeño accidente de coche en el que se vio involucrada la joven Marilyn
Monroe, y con el fotógrafo Tom Kelley, que le dio a esta un billete de cinco
dólares para gasolina y una tarjeta de visita. Meses después, el 27 de mayo del
49, la actriz se presentó en el estudio del fotógrafo: no le costó convencerla
para posar desnuda. Mona Monroe -así firmó el contrato de cesión de derechos de
imagen- cobró por aquella sesión 45 dólares más los cinco que iba a devolver.
Las imágenes durmieron en un cajón durante algún tiempo
antes de ver la luz en un calendario que no tuvo mucho éxito y que ahora es
pieza de coleccionista, así como en una entrevista en Life en el 52.
Finalmente, Hugh Hefner se hizo con los negativos para que Marilyn se
convirtiese en la primera chica Playboy de la historia. Los casi 54.000
ejemplares de aquel primer número se vendieron en menos de tres semanas. Era
diciembre de 1953.
Con solo 22 años, Marilyn Monroe posó con sensualidad y
soltura sobre un improvisado -y acertadísimo- fondo rojo de terciopelo. Con el
tiempo, aquella foto -en realidad se trata de una serie de seis imágenes- ayudó
a la malograda actriz a encumbrarse como el mito erótico por excelencia del
siglo XX.
Foto
Spencer Tunick
Es de sobras sabido que las
fotografías de Spencer Tunick son el resultado de una enorme escenografía en la
que el artista visual cuenta con la colaboración de varias personas -en
ocasiones contadas por miles- para formar desnudos colectivos. Los
participantes son voluntarios que reciben como recompensa una copia de la foto
firmada por el autor.
En
las fotografías del estadounidense la figura humana pierde interés frente al
grupo y el individuo se disuelve como una simple célula dentro de la masa
ingente, que se convierte en el verdadero lienzo de cada escena. La desnudez
del ser humano frente al paisaje -generalmente urbano, pero en ocasiones
también natural- le sirve como metáfora para enfrentar al ser primitivo con la
sociedad actual y la naturaleza.
Para esta imagen, tomada en
Barcelona en 2003, Tunick logró congregar a unas 4.500 personas (en Ciudad de
México reunió 19.000 almas, su propio récord) que posaron para una corta serie
desde el amanecer. Aunque sus fotografías urbanas multitudinarias son las más
famosas (en Nueva York ha sido arrestado varias veces por montar estas performances),
también ha trabajado en proyectos similares
con grupos pequeños e incluso con una
única persona.
Foto Man Ray
Obra de Emmanuel Radnitzky, más
conocido por su sobrenombre Man Ray, “El violín de Ingres” pasa por ser uno de
los desnudos artísticos más destacados de la historia de la fotografía. El
artista surrealista y dadaísta retrató la espalda desnuda de la actriz y modelo
Kiki de Montparnasse en 1924 (y en muchas otras ocasiones), y luego añadió las
dos aberturas de la caja de resonancia de un violín con tinta china, simulando
el perfil del instrumento.
Con
este desnudo Man Ray juega al doble sentido desde varias lecturas. Por una
parte une la pasión de Ingres por el violín -instrumento del que el pintor era
un virtuoso- y sus famosos desnudos, en los que abundan las espaldas. Por la
otra, al añadir las referencias gráficas del violín, yuxtapone la sensualidad
de las curvas de la sinuosa figura de la mujer –que fue su amante, por cierto-
con las del violín.
Y
ya de paso, el artista estadounidense rompe con la tradición cubista de
representar los instrumentos de cuerda como protagonistas secundarios
desprovistos de sensualidad y sin vida que tanto se dejaban ver en los
bodegones.
Foto Elliott Erwitt
El sentido del humor de Elliott Erwitt
es una de sus marcas personales más destacadas, sobre todo en sus famosas
fotografías de perros y cuando explota el género de la street photography. Si bien es cierto que el de
Magnum nunca se ha prodigado precisamente como fotógrafo de desnudos, sí es
verdad que en esas pocas escenas la ironía sigue siendo suleitmotiv.
Es
el caso de esta lección de pintura, en la que Erwitt fotografía un grupo de
estudiantes pintando una modelo… solo que es la retratada la única que va
vestida. Más allá del doble juego y la sonrisa que la situación provoca, el
desnudo plantea una especie de reivindicación nudista habida cuenta de la
cotidianidad de la escena.
Foto Annie Leivovitz
La historia de esta fotografía es
una de las más trágicas del mundo de la música, pues es la última imagen con vida
de John Lennon. El 8 de diciembre de 1980 Annie Leibovitz visitó al cantante y
a su esposa Yoko Ono en su apartamento del edificio Dakota, frente al Central
Park de Nueva York, con el encargo por parte de los editores de la revista
Rolling Stone de retratar a Lennon solo.
Pero
el componente de los Beatles insistió en que debían aparecer ambos, y Leibovitz
llevaba en mente algo que pudiese relacionarse con la portada del disco “Double
Fantasy” que el matrimonio había lanzado semanas antes. La fotógrafa pidió a la
pareja que se desnudase, pero Yoko Ono se negó, así que finalmente apareció
vestida mientras Lennon la abrazaba y la besaba cariñosamente. La escena está tomada con una Polaroid.
Horas después de capturar aquellas fotos, Lennon fue
asesinado en Central Park, a escasos metros de su apartamento, por Mark David
Chapman, un admirador suyo con problemas mentales. El 22 de diciembre la
fotografía ilustraba la cubierta del prestigioso magacín musical, y en 2005 fue
escogida por la American Society of Magazine Editors como la mejor portada de revista de los últimos 40 años.
Foto Robert Mapplethorpe
La cantante Patti Smith es una de
las figuras más importantes de la escena punk y rock internacional de todos los
tiempos. Pese a su aspecto más bien andrógino, Robert Mapplethorpe casi siempre
la retrató potenciando su lado más femenino. Mapplethorpe y Smith se conocieron
en 1967, cuando la fotografía y la música aún no formaban parte de sus vidas,
pero con el tiempo la cantante y poetisa se convertiría en la principal musa de
sus retratos.
Ambos
vivieron juntos en Nueva York en varios períodos, así que los retratos de
Mapplethorpe son en gran medida una biografía visual de Smith que incluye
etapas de antes y después de que ambos alcanzaran el éxito en sus respectivas
carreras. Esta fotografía está tomada en 1976, en el loft del
fotógrafo en Bond Street, un pasaje del Bowery de Manhattan donde vivían y
trabajaban muchos artistas durante los años 70 y al que Smith se mudó ese
mismo año.
En ella vemos a una Patti Smith desnuda, frágil, con la mirada
triste y una postura recogida, como buscando protección, en una habitación
vacía. La relación de profunda amistad que mantuvieron desde que se conocieron
hasta la muerte del fotógrafo en 1989 es sin duda la clave de que este desnudo
y otros retratos que tomó de ella sean los más representativos de la artista de
Chicago.
Foto Alfred
Stierglitz
La fotografía como arte y como
medio de expresión le debe gran parte del estatus que alcanzó durante la
primera mitad del siglo XX a Alfred Stieglitz. Nadie como él supo importar a
Estados Unidos las vanguardias artísticas de origen europeo y potenciar en ese
país el arte moderno no solo en el campo fotográfico, sino también en otras
disciplinas. En este contexto conoció a la pintora Georgia O'Keeffe.
El
interés mutuo que ambos se procesaron casi desde el principio tuvo un origen
artístico y profesional, pero pronto alcanzó el plano sentimental. El fotógrafo
y la pintora intercambiaron correspondencia subida de tono y se vieron tiempo
antes de que él se divorciara. El amor que nació entre los dos artistas influyó
notoriamente en muchos de los retratos que Stieglitz le hizo a O’Keeffe, entre
ellos este desnudo que pasa por ser una de las fotografías más caras de la historia.
Stieglitz
tomó esta fotografía y otras pertenecientes a la misma serie en 1918, cuando la
pareja había alcanzado un alto grado de intimidad y pasión. Todo esto se
refleja inevitablemente en esta toma, en que la sencillez de las líneas del
torso y el pubis de O'Keeffe potencian el erotismo, la sensualidad y la
sensación de deseo.
Foto Helmurt Newton
El nombre de Helmut Newton evoca
inmediatamente esbeltas modelos desnudas sobre altos tacones ante un sencillo
fondo blanco. También mujeres en actitud provocativa en lujosas habitaciones de
hotel o en una calle de París. Sea como fuere, el denominador común de sus
fotografías fueron siempre el glamour y el
erotismo.
Todas
estas escenas al servicio del que era su lema para con el género de la moda:
“Una buena fotografía de moda debe parecer cualquier cosa menos una fotografía
de moda.” Mediante el desnudo, este australiano nacido en Berlín elevó el
género a la categoría de arte.
Esta
es una de sus fotografías más clásicas: las cuatro modelos desnudas están
iluminadas por una luz suave lateral, todas con zapatos de tacón, sin mirar a
cámara y con aire de suficiencia, como quitándole importancia a la fotografía.
Newton también fotografió a esas cuatro modelos en idéntica posición y con la
misma iluminación, pero vestidas, con lo que refuerza la idea que, vestidas o
desnudas, las cuatro son idénticas.
Foto Herb Ritts
La iconografía pop de las décadas
de los 80 y 90 no sería la misma sin la figura de Herb Ritts, que retrató a
actrices, actores, cantantes y modelos de la talla de Nicole Kidman, Jack
Nicholson, Madonna, Michael Jackson, Cindy Crawford o Naomi Campbell. También
desarrolló una carrera como fotógrafo de moda en la que el desnudo, tanto
femenino como masculino, toma una gran importancia.
El
estilo del californiano se caracteriza por el uso de líneas limpias y sencillas
que definen zonas de luz y sombra, por el empleo de la clave alta y la
integración de sus modelos en ambientes naturales desérticos o en el mar, y por
adoptar los cánones de belleza masculina de las esculturas de la Grecia clásica
(aunque evitando mostrar sus genitales).
Ritts,
que fotografió a esta modelo desnuda sosteniendo una planta rodadora por encima
de su cabeza en 1986, utiliza la similitud del cuerpo esbelto de una mujer con
el tronco de un árbol y une dos objetos para construir uno que en realidad no
aparece en la escena. En cierta manera recuerda a las asociaciones de ideas de Chema Madoz. Pese a
la aparente confusión de la enmarañada mata de vegetación y su sombra sobre el
cuerpo de la mujer, el estilo minimalista de Ritts es patente.
Foto Edward Weston
La obra de Edward Weston es una
de las más diversas y prolíficas de la historia de la fotografía; no en vano es
uno de los autores más influyentes de la primera mitad del siglo XX. Entre las
imágenes más destacadas del norteamericano destacan algunas naturalezas
muertas, paisajes, retratos y también desnudos.
En
esta fotografía la postura de la mujer -de recogimiento e introspección, sin
mostrar el rostro-, su piel desnuda y la dureza de la luz que baña la escena
resaltan la sensación de tristeza y fragilidad.
La
imagen, tomada en 1936, pertenece a una serie de desnudos que se encuentran
entre los más famosos de Weston. En esta serie y otras de desnudos el fotógrafo
oculta la cara de la modelo, que adopta posiciones contorneadas y forzadas
dando importancia al volumen y a las líneas del cuerpo. Muchas de estas
fotografías guardan una estrecha similitud con las series de caracolas y
pimientos que fotografió en 1927 y 1930, respectivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario