Hoteles, camping, urbanizaciones, SPAs y casi 100 playas
de tradición nudista han convertido a Andalucía en uno de los
paraísos europeos para la práctica del naturismo. Un sector que estando en auge
todavía busca un apoyo institucional y mediático que le da la espalda, y la
aceptación de la desnudez como libertad individual.
Hasta hace pocos años, el turismo naturista en España era un completo
desconocido. Apenas existían guías de viajes, agencias o establecimientos que
tuvieran entre sus ofertas y recomendaciones su práctica, pero su
despenalización como“escándalo público” en el año 1989 supuso un punto de
inflexión y de partida, que ha ido evolucionando a pasos lentos y firmes, hasta
convertirse a día de hoy en un turismo emergente, con unas perspectivas de
crecimiento muy halagüeñas y con un importante nicho de mercado por explotar.
En la actualidad, Andalucía cuenta con casi un centenar de playas de
tradición naturista entre las que campan las de Cabo de Gata, las de la Antilla
o la de Bolonia, situándose como la comunidad española con más kilómetros de
costa destinados a este sector.
Además ofrece un amplio abanico de centros vacacionales como camping, hoteles,
urbanizaciones, parques acuáticos y SPAs en los que es posible prescindir de la
ropa para hacer la compra, ir a una discoteca, comer en un restaurante,
realizar deporte o tomar un baño. Realmente, una libertad difícil de alcanzar
en otros destinos.
A pesar de ello, es un tema que no deja de levantar suspicacias en ciertos
sectores sociales que lo tachan de exhibicionismo, promiscuidad o provocación,
pero el naturismo va mucho más allá. Es algo que se interioriza, se siente y se
comparte. Una filosofía y forma de vida que se deshace de los clichés y
prejuicios sociales para buscar un encuentro vivo y libre con el entorno, una
fusión sin fisuras con la naturaleza. Desnudos de cuerpo y alma, quiénes
lo practican no conocen el pudor, la vergüenza o los complejos de los cuerpos
desvestidos porque están por encima de esas falacias morales creadas por la
sociedad.
En este sentido, el presidente de la Federación Española de Naturismo (FEN), Ismael
Rodrigo, habla de “nudo-fobia para subrayar su aspecto de miedo
irracional, miedo siempre producido por una educación errada. Educar a los
hijos en contra de su propio cuerpo, transmitiéndoles que hay partes del cuerpo
que son malas o vergonzosas sólo conduce a crearles problemas de aceptación del
propio cuerpo, necesidades de operaciones estéticas, problemas de anorexia o
bulimia. Cuanto más restrictiva y obsesiva sea la educación nudo-fóbica tantos
más problemas de los mencionados aparecerán”.
Un turismo en auge sin apoyo institucional y mediático
La práctica del naturismo en España se remonta al año 1975. Era sin
lugar a duda una opción que chocaba de frente con los postulados éticos y
políticos de esa época, marcada por una total restricción de la autonomía individual.
Desde entonces mucho ha cambiado el panorama y actualmente casi la mitad de los
españoles ven esta variante turística con buenos ojos, 30.000 lo practican de
forma regular y 500.000 lo hacen esporádicamente.
Al margen del mercado nacional, nuestro país recibe cada año a más de un millón
y medio de naturistas procedentes en su mayoría de los países nórdicos, cifra
que podría alcanzar los 20 millones, según revelan ciertos estudios del sector,
si se llevara a cabo una decidida promoción, cosa que ni los medios de
comunicación convencionales, ni el Estado español, ni la Junta de
Andalucíaparecen estar dispuestos a hacer, a pesar de que este segmento podría
ser la salvación del turismo nacional.
Y es que al contrario de lo que ocurre en países como Francia o Croacia, donde
la información naturista se incluye como una opción más dentro de la promoción
turística general, “en España apenas hay alguna referencia en la web de TourEspaña(www.spain.info)
y las revistas más importantes del sector sólo se hacen eco muy de vez en
cuando de esta alternativa”, advierte Ismael Rodrigo.
Turista culto y con poder económico
El naturista es sobre todo alguien que viaja con su entorno familiar, con
conciencia ecológica y que genera un turismo natural y sostenible. Una persona
con un status social de medio hacia arriba y un nivel intelectual alto.
Es por eso que el naturismo es un negocio muy rentable ya que suelen ser gente
que no escatima en gastos y no les supone ningún inconveniente pagar más para
llevar a cabo sus preferencias vacacionales. De hecho la mayoría de
establecimientos específicos para naturistas ofrecen unos precios que superan
en un 30 por cientos a los destinados a “textiles”.
Los que llegan hasta tierras andaluzas proceden de países de larga tradición
naturista como Holanda, donde 1 de cada 422 habitantes está afiliado a una
asociación de este estilo; Francia, 1 de cada 630; Suiza, 1 de cada 519;
Inglaterra, 1 de cada 2.784; y Bélgica, 1 de cada 890.
España, un limbo legal para el naturismo
Tanto el naturismo como el nudismo dejaron de estar criminalizados en el Estado
español mediante la aprobación de laLey Orgánica 5/1988. En consonancia
con ello, se suprimió la facultad de “policía de moralidad” delegada en los
ayuntamientos mediante la anterior Ley de Costas, y es por eso que cualquier
gobierno municipal que mantenga o promulgue ordenanzas reguladores sobre la
desnudez contraviene a dicha ley.
Y justamente eso es lo que está ocurriendo ahora con el Ayuntamiento de Cádiz,
que mantiene el veto a la práctica del nudismo en sus playas. Ante eso, la FEN ha
presentado una demanda que, según palabras de su propio presidente, “la
jurisprudencia, sentencias y recomendaciones de defensores del pueblo nos
permiten asegurar que el TSJA eliminará la prohibición”.
La importancia del asociacionismo
Unos de los pilares fundamentales sobre los que se asienta el crecimiento y
difusión de este segmento es la Federación Española de Naturismo (FEN),
que desde el año 1981 trabaja por la defensa de los derechos de los naturistas
y de la desnudez como libertad básica. Ésta se integra en la Federación
Internacional de Naturismo (INF) y agrupa a las 15 asociaciones regionales
que funcionan en este momento en España (a las que están inscritos unos 3.000
naturistas). Andalucía está representada por la ANNA, de la que forman parte
230 socios.
Normalmente, los socios se relacionan a través de las actividades que la
federación organiza durante todo el año. Una de las más llamativas es el
llamado “Día sin bañador”, que se celebra en julio y con el que se
pretende reivindicar la tolerancia social hacia la desnudez. La jornada
consiste en el libre ejercicio de la desnudez en el máximo número de playas,
promoviendo así la convivencia entre las diferentes opciones de tomar el sol.
“Queremos que el nudismo sea una opción más a la hora de ir a la playa, tal y
como lo es el bañador o el top less. Queremos incorporar el nudismo al paisaje
de las playas. Queremos que desaparezca la diferenciación entre nudistas y no
nudistas, queremos que todos sean bañistas con diferentes opciones de tomar el
sol”, apostilla el presidente de la FEN.
Playas y entornos de tradición naturista
El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es un tesoro
repleto de calas, de caprichosas formaciones rocosas y acantilados volcánicos. El
nudismo se practica tradicionalmente en la mayoría de sus playas como es
el caso de Los Genoveses, la Cala del Mónsul y la playa de los Muertos
Cerca de Zahara de los Atunes, en la provincia de Cádiz, se ubica la playa
Arroyo del Cañuelo, que se encuentra dentro del Parque Natural del Estrecho. Un
lugar idílico para hacer nudismo.
La playa de Los Castillejos en Caños de Meca, también en la provincia de Cádiz,
tiene un aroma a bohemio y hippie que nos traslada a un pasado romántico. Este
tramo de playa virgen está protegido por los bosques de pino del Parque Natural
de Barbate, la Breña y Marismas.
A menos de 10 minutos de Málaga capital se halla Guadalmar, la única playa
nudista autorizada de la ciudad.
Cala del Pino, situada a pocos kilómetros de Nerja
en la provincia de Málaga, es una playa de tradición naturista rodeada de verde
y flanqueada por los famosos Acantilados de Maro-Cerro Gordo. Dentro de este
complejo natural también se encuentra la playa naturista de Cantarriján.
El embalse del Negratín, en la provincia de Granada, es uno de los únicos
lugares del interior para disfrutar del nudismo, lejos de la masificación de
las zonas costeras. Jaime N. de Castro Fuente: andaluciadeviaje.es
Nota. Siempre excelente la información sobre el Naturismo en España, que
ahora están viendo otros países para convertirla en el "paraíso naturista" de
los europeos ya sea en la época de verano e invierno por ser una zona
mediterránea, de la cual ha aumentado casi en un 30% el turismo
naturista y un 50% el turismo tradicional.
www.guiatour.org
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