sábado, 17 de junio de 2017

UN TRÍPTICO CONTEMPORÁNEO VIAJA A LOS ORÍGENES DE LA VIDA (ARGENTINA)

Desde Ginebra, el coreógrafo brasileño Guilherme Botelho trae tres obras que su compañía Alias bailará con la que dirige Oscar Araiz, uno de sus referentes

Antes, una de las tres partes de la serie coreográfica de Botelho, abre mañana las funciones en el C.C. 25 de Mayo

Antes, una de las tres partes de la serie coreográfica de Botelho, abre mañana las funciones en el C.C. 25 de Mayo. Foto: Gentileza Gregpory Atardon

"Conocí a «Gui» hacia 1980, como un joven integrante del Ballet Municipal de San Pablo: armónico, musical, sensible, inteligente, curioso y lleno de observaciones interesantes", recuerda Oscar Araiz, el coreógrafo que dejó su impronta y sus obras en unos cuantos países, incluido Brasil. Pero ¿quién era aquel "Gui"? El maestro argentino se refiere a Guilherme Botelho, quien, con su grupo Alias, mañana estrenará Antes, la primera parte de su trilogía Distancias, en el Centro Cultural 25 de Mayo, en Villa Urquiza.


"En aquel momento -continúa Araiz- no dudé en invitarlo, junto con otros intérpretes brasileños e Iracity Cardoso, a integrarse al Ballet del Gran Teatro de Ginebra, reformulado con mucha libertad. Aquello era Babel por la diversidad de culturas, lenguas y estilos. Es una característica de las compañías que formé o dirigí: había sido así con el viejo Ballet del San Martín y se repitió con el Ballet de Bolsillo y con mi grupo actual, Unsam Danza." Precisamente, será integrándose con el elenco de la Unsam que Alias cerrará esta trilogía con la tercera de las piezas, titulada Jetuluinousvousils (o, como la llama familiarmente su autor, "Yo-tú-él-nosotros"), que será interpretada conjuntamente por las dos compañías: la suiza y la argentina.

Una vocación incontenible

"A los 14 años cursaba la escuela secundaria, en San Pablo, cuando un profesor de historia del arte nos llevó al teatro municipal para que dibujáramos cuerpos que se movían en el escenario, y allí, cuando vi a los bailarines de Escenas de familia, comprendí que eso mismo acabaría haciendo yo." ¿Intuición? ¿Premonición? Lo que Ghilherme Botelho experimentó frente a la obra de Araiz que se ofrecía en esa ciudad, y que ahora evoca a la distancia, fue una revelación.


Eso ocurrió hacia 1976, y hubo algo que lo movilizó tanto en esa obra que desarrolla situaciones hogareñas. "Lo que pasaba en esa pieza decía más acerca de la vida de lo que se dice racionalmente. Me largué a llorar. Había comprendido algo. Pedí una beca, estudié danza y al final ingresé al Ballet Nacional de San Pablo. Me crucé con Araiz, que había montado allí dos obras; poco después él se fue a Ginebra, y un par de años después seguí sus pasos y me incorporé al Ballet del Gran Teatro de esa ciudad."

Guilherme Botelho (1962) bailó también con Jíri Kylián y Mats Ek -dos de los máximos referentes mundiales de la danza contemporánea- y en 1994 creó Alias, su propio grupo. En 2014, en su 20º aniversario, presentó un espectáculo compuesto por tres de las últimas piezas de su fundador, integradas en el tríptico Distancias, el mismo con el que, con apoyo de la Fundación Pro Helvetia y de Prodanza, ahora aterriza en territorio argentino.

Botelho y Araiz, en el reencuentro

Botelho y Araiz, en el reencuentro. Foto: Gentileza Corina Tate / USAM

-En 2003, cuando estrenaste Le poids des éponges, se dijo que estabas probando una gestualidad que sacudía al espectador. ¿Cómo era?

-En toda obra se inventa algo distinto. Lo importante es quebrar los hábitos que obstaculizan la visión de lo nuevo. No "lo nuevo" por sí mismo, sino algo que induzca al público a ver la vida de otra manera. En el ballet clásico es la belleza que acaricia, pero hay otra belleza que sacude y que despierta las ganas de conocer.

-¿En qué momento las tres obras de esta serie se unieron en una trilogía coherente?

-Son tres obras distintas. Comprobé que la primera pieza estrenada, Sideways Rain, era la punta de un iceberg. Más tarde surgieron las otras dos obras, que estaban "ocultas" o latentes: Antes y Jetuluinousvousils, de modo que Sideways..., que había sido la primera, pasó a ser la tercera, la que cierra el tríptico.

-Pareciera que hacia 2010 experimentaste un cambio en tu estilo. ¿Es así?

-En cierto modo. A mí me gusta lo cotidiano. Solemos aspirar a vivir momentos excepcionales, en el amor, en la profesión. Pero lo que impacta más en la piel es lo de todos los días. "Le plus profonde de l'homme c'est la peau", dice Valérie, y es cierto: lo más profundo es la piel. Pero en cierto momento pasé de lo cotidiano, que era central en la dramaturgia de mis piezas, a algo más metafísico. Ahora apelo más a lo "gráfico", menos psicológico. No es una decisión; debo de haber cambiado yo.

-En Antes, la obra de los desnudos, ¿hay un rastreo de los orígenes de lo humano?

-Más aún: de los orígenes de la vida, como si fuera una ciencia ficción coreográfica. Hay un postulado: lo que hay en nosotros es algo que existe antes de lo animal. Sin lo social no hay producción. Los bailarines son tratados como árboles de una foresta.

-En esa misma obra hay inmovilidad hasta que se percibe la respiración en el tórax de los cuerpos inermes. ¿Qué experimenta un bailarín que "se anima" sin moverse?

-Es un trabajo de conexión con el mundo interior: tienen que hacer mínimos movimientos, casi involuntarios. Se tarda, porque es muy trabajoso.

-¿Cómo trabajás el espacio para concepciones de esta índole?

-En Jetuluinousvousils se mueven todos juntos, sin espacios intermedios, como un cardumen, mientras que en Sideways... todos van en una misma dirección, como un río. El título de la trilogía, Distancias, deriva de eso, de la distancia que nos une o nos separa, la distancia física y la otra, la profunda: qué distancia tengo yo con el mundo vegetal.

Con este bagaje de ideas y movimientos, Botelho y su compañía (junto con la de la Unsam, que, sola, tendrá a su cargo la segunda función, con Jetuluinousvousils) se presentarán primero en Buenos Aires y luego lo harán en Mar del Plata y en Santa Fe. Porque, como bien señala Araiz, "establecer un puente entre la compañía de Ginebra y la local y, después, entablar un vínculo con el interior es parte de una búsqueda común a ellos y a nosotros: explorar las posibilidades de la danza como materia viva, actual, palpitante, esto es, los estímulos del presente".

Tres en uno

En Buenos Aires

Mañana, a las 21, se verá Antes, por la compañía Alias. El miércoles 14, a la misma hora, Jetuluinousvousils, por la compañía de la Unsam. Y el 21 de junio, Sideways Rain, con ambos elencos. C.C. 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444 (CABA). Entradas, $ 100.

En Mar del Plata y Santa Fe

El 9 y el 25 de este mes, Alias se presentará en el teatro Auditorium de Mar del Plata.Y el 23 de junio, Alias y el grupo de la Unsam estarán en el Teatro Municipal 1º de Mayo de la ciudad de Santa Fe.

http://www.lanacion.com.ar/2030767-un-triptico-contemporaneo-viaja-a-los-origenes-de-la-vida

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